El alcalde de Cerdedo-Cotobade, Jorge Cubela, solicitó información por escrito a Fomento para conocer la disposición del Ministerio para permitir la rehabilitación del antiguo cuartel de la Guardia Civil en San Xurxo de Sacos para crear ocho o nueve viviendas sociales. Será preciso invertir 1.400.000 euros en el proceso de reconversión de este edificio protegido por Patrimonio para su habitabilidad.
La intención del alcalde es adquirir este inmueble que se encuentra en situación de ruina y abandono total y proseguir con su política social encaminada a favorecer el acceso a una vivienda digna a las familias que quieran vivir en el municipio.
Cubela ya tiene avanzados los trámites que giran en torno a un anteproyecto constructivo elaborado por un estudio de arquitectos que estima en 1.400.000 euros la inversión necesaria para transformar este conocido edificio, que linda con la carretera nacional N-541. El plan es darle una segunda vida como viviendas de carácter social.
El alcalde espera una respuesta positiva del Ministerio de Fomento para desarrollar todos los trámites necesarios, ya que debido a la envergadura de la inversión es necesario que desde la Administración central no se le ponga traba alguna a este proyecto como ya se ha hecho para otros edificios para los que se ha solicitado una intervención similar y que, por la cercanía a la N-541, fueron denegados.
"Dirixímonos por escrito ao Ministerio de Fomento para que nos informe da súa dispoñibilidade a permitirnos, unha vez que nos fagamos coa propiedade do edificio, rehabilitalo para convertilo en varias vivendas sociais, posto que o investimento é moi importante e non queremos atoparnos con contratempos sobrevidos. Unha vez que temos todo ultimado, precisamos ter garantías do Ministerio de Fomento de que nos van a permitir actuar sobre este edificio que é colindante coa N-541, que está en ruína e ofrecendo unha pésima imaxe, e sabemos que a autorización para obrar, para facer a rehabilitación, depende exclusivamente do Ministerio", indicó.
ELEMENTOS SINGULARES. El anteproyecto que elaboró el estudio de arquitectos prevé la rehabilitación del edificio manteniendo la fisonomía actual, es decir, con la conservación de elementos singulares que identifican esta construcción como son las antiguas garitas donde se hacía guardia, pero adaptando el edificio por dentro a las necesidades de habitabilidad de un inmueble del siglo XXI.
El anteproyecto prevé la conservación de la estructura de piedra y los muros exteriores de la fachada principal (a la que da la carretera N-541) y una redistribución del edificio que permitiría crear entre ocho o nueve viviendas, con una superficie media de 90 metros cuadrados, excepto en los posibles apartamentos que se pudieran habilitar en el bajo cubierta, de unos 50 metros.
De este modo, habría dos viviendas en la planta inferior, dos viviendas en la planta baja a nivel con la carretera, tres en la superior, además de los dos apartamentos del espacio bajo cubierta.
