La falta de resultados ha llevado a la conclusión de que no pudo haber sido una fuga o fruto de una broma de mal gusto, de modo que este lunes los responsables del rebaño se personarán en la Guardia Civil de Moaña para presentar la pertinente denuncia por robo. ¿Y cuál ha sido el botín? Pues un total de diez ovejas, un carnero y cinco crías.
Los animales faltaron de su alpendre el sábado por la mañana, motivo por el que los dueños saben que quienes se hicieron con ellos actuaron en la madrugada de ese mismo día o a última hora del viernes, cuando los dejaron al abrigo.
Se trata de un recinto cerrado, en el que, consideran los dueños, sería rara la conjunción de casualidades que llevase a que se abriese el cierre y las ovejas huyesen en su totalidad. Al faltar las cuerdas que usan normalmente también suponen que quién se las llevó echó mano de los lazos para atar a una o dos y conseguir que todo el rebaño se desplazase.
Como sustracción, confiesan "é un pouco rara" y sospechan que puedan destinarse a la venta para cría o carne.
Todos los animales disponen de un crotal identificador (pendiente) así como del chip gástrico de control que permiten identificarlos para que sean devueltos a sus dueños. Se estima que, en total, podrían costar unos 1.600 euros, dado que varias de las adultas estaban preñadas.