Denuncian el uso de trampas con cepos en montes de Cuñas, en Ponte Caldelas

El presidente de A Rente do Chan liberó a un perro herido y fotografió los dispositivos, colocados en un vivar, bajo un conejo muerto, pero no pudo denunciar los hechos hasta este lunes
El perro liberado el domingo, pertenecía a una familia de la zona. ARDC (CEDIDA)
photo_camera El perro liberado el domingo, pertenecía a una familia de la zona. ARDC (CEDIDA)

Atrapado por un cepo oxidado y de grandes dimensiones, herido, y en el interior del mallazo de un vivar de conejos que, sorpresivamente, se encontraba en un técor de caza en la zona en donde entrenan a los perros (una ubicación, a su vez, prohibida para un espacio de introducción o cría de conejos silvestres).

Así encontró el presidente de la asociación caldelana A Rente do Chan a un perrito el pasado domingo, al que pudo salvar gracias a que estaba dando un paseo por la zona, acompañado de un familiar y de sus propios canes. Sucedió en Cuñas, a 500 metros de la zona del IES, en un espacio en el que no faltan senderistas o vecinos que aprovechan para despejarse por las proximidades de la villa del Verdugo.

Los dos hechos: el uso de cepos de caza furtiva (un instrumento que además de ilegal para la caza de fauna silvestre, puede ser muy daniño para los animales domésticos o personas) y la presencia de un espacio de cría en una zona de un técor de caza destinada al adiestramiento de perros, fueron denunciados por A Rente do Chan este lunes ante la Guardia Civil, el Seprona y ante un agente del Servizo de Protección da Natureza.

Un conejo muerto, suspendido como cebo sobre una de las trampas. ARDC (CEDIDA)
Un conejo muerto, suspendido como cebo sobre una de las trampas. ARDC (CEDIDA)
 

El presidente de A Rente do Chan, Jacobo Rosselló, señaló que resultaba sorprendente y censurable "por unha banda, que se empreguen estes artiluxios arcaicos, da primeira metade do século pasado nunha zona de monte certamente próxima ás vivendas, onde poderían ter danado incluso a un cativo que se achegara a curiosear". A la vez que Rosselló señala que "por outra parte, non pasa desapercibido que todo isto sucedeu nun espazo dun coto de caza, no que alguén actuou, queremos pensar que pola súa conta, pero sendo coñecedor do mundo da cinexética, e, sen embargo, o domingo non foi posible denunciar porque non había nin patrulla do Seprona na zona, nin Policía Autonómica".

De hecho, añade el responsable del colectivo ecologista nacido a raíz de la oleada de incendios de 2017, "resulta curioso que os cazadores poidan circular libremente no exercizo da súa actividade federada, pero que non haxa Policía Autonómica ou patrullas do Seprona na propia xornada para dar conta se pasa algo".

Jacobo Rosselló indica que el perro fue liberado porque, malherido como estaba no se le podía dejar en el punto hasta que llegasen los agentes y que, después de entregarlo a sus propietarios, residentes en la zona, optaron por asegurarse de que los dos cepos no quedaban en el punto, por si producían más daños. "A nosa sorpresa ao voltar xa cos axentes ao día seguinte foi que, pola noite, alguén acudeu ao punto e retirou o coello morto que estaba colgado como cebo sobre o cepo, e retirou tamén o comedeiro que indicaba que aquilo era un vivar". Para A Rente do Chan, "isto indica que a persoa era coñecedora de que fóra descuberta e das ilegalidades cometidas. Se tiveramos recibido a resposta no día, probablemente, cunha simple espera, os axentes poderían dar co responsable", señala la formación.

Al margen de la depuración de responsabilidades, el colectivo señala la falta de control sobre "os malos usos do monte, con estas prácticas, que ademais de ilegais, poden chegar a causar danos persoais moi serios".

Comentarios