Varios meses después de que este periódico informase del intento de apropiación, mediante el engaño, del puerto deportivo de Combarro por parte del 'empresario' Carlos García Martín, agentes de la Jefatura Superior de Policía de Galicia le detuvieron en A Coruña por unos hechos cuyo modus operandi se asemeja al que quisieron trazar en la infraestructura del concello de Poio. La Policía Nacional, que le atribuye un delito de estafa, detuvo a uno de sus socios e imputó a una tercera persona. "Estafaron a dos empresarios haciéndoles creer que iban a participar en la creación de una empresa especializada en la lucha contra la covid-19, que se dedicaría, en concreto, a la fabricación y distribución de un arco nebulizante que utilizaría un producto desinfectante del que los perjudicados serían sus distribuidores exclusivos".
Los hechos, que se remontan a agosto del año pasado, coincidieron en el tiempo con la irrupción de estos individuos en Combarro. En el caso que les llevó a los calabozos, expusieron a sus víctimas, que poseen una empresa con matriz en Lugo, la necesidad de adelantar el importe de 200.000 euros, cantidad que sería aportada a partes iguales por cada uno de los partícipes en el presunto negocio. Los encausados, según explica el Cuerpo Nacional de Policía, "hicieron ver a los perjudicados que tenían el contrato de exclusividad en nuestro país para distribuir el producto, de origen italiano, habiendo ya depositado avales en calidad de fianza, según les indicaron, por importe de 750.000 euros, para su distribución en España, y que ya habían adquirido mercancía a una firma valenciana por valor de 20.000 euros".
Igualmente, mostraron a sus víctimas una cuenta bancaria en Gibraltar, la misma de la que les habían hablado a los dueños del puerto de Combarro, en la que decían tener 20 millones de euros, para acreditar su solvencia.
Los detenidos, con esta treta, consiguieron apropiarse de 100.000 euros, después de señalar que disponían de una empresa propia para fabricar los arcos nebulizantes.
