Más de un centenar de vecinos abarrotaron el pasado viernes la Casa de Cultura de Ponte Caldelas para acudir a la asamblea convocada por el Gobierno local, liderado por Andrés Díaz, para testar el sentir de la ciudadanía hacia la petición de licencia solicitada por la funeraria San Marcos para habilitar una sala velatoria al lado del Consistorio y de la iglesia de Santa Baia, en la conocida como "Casa da catequese".
El alcalde manifestó su intención de "esgotar a vía do diálogo", por lo que mostró su predisposición a la hora de reunirse tanto con el Arzobispado de Santiago de Compostela, titular del inmueble (traspasado por el propio Ayuntamiento en el año 1972), como con el empresario Juan Perdiz, impulsor de esta iniciativa. Sobre este último, el regidor señaló que tratará de convencerlo para que retire la solicitud, al entender que los vecinos tampoco comparten la ubicación elegida.
Asimismo, Díaz explicó que el tripartito ya dispone de una serie de informes técnicos que podrían dejar la puerta abierta a la hora de declarar "a ineficacia da solicitude presentada pola funeraria", al pretender utilizar el inmueble para un uso no admitido en el planeamiento vigente. A este respecto, el Gobierno local aclara que tanto la "Casa das catequeses" como el propio Consistorio aparecen recogidos en las Normas Subsidiarias como parte de un "conxunto edificatorio cualificado para usos administrativos". Díaz no fue el único en manifestarse en contra de la instalación de la sala velatoria durante la asamblea del pasado viernes, ya que el rechazo también fue manifestado por otros vecinos que tomaron parte en el encuentro.
Asimismo, el alcalde se comprometió a convocar una nueva asamblea próximamente, para dar cuenta de las reuniones que mantendrá con el Arzobispado y con Perdiz. Además, se baraja celebrar el encuentro en otras instalaciones para poder dar cabida al mayor número de asistentes posible.
CRÍTICAS DEL PP. En la reunión estuvo presente el candidato del PP, Antón Xil, acompañado de varios miembros del partido a nivel autonómico. Los "populares" insisten en que fueron ellos los que propusieron al alcalde hablar con la institución eclesiástica. Además, acusaron a Díaz de querer convocar una movilización en contra del Arzobispado, "provocando un clima de crispación social". El PP insta a Díaz a que "deixe de intentar manipular aos veciños buscando confrontacións".
El alcalde socialista , por su parte, denuncia que la solicitud de la sala velatoria "é unha manobra política do Partido Popular". Además, acusó a Xil de "pretender dar un mitin" en la asamblea, pero "foi asubiado pola xente e invitado a calar".
