La emboscada de O Vao se cierra con 17 investigados y un cisma en el poblado

La Guardia Civil tomó declaración este martes a los siete últimos sospechosos de participar en la doble agresión, que incluyó una encerrona premeditada en contra de los deseos del patriarca
Los agentes custodian a las personas que fueron interrogadas este martes, en la Comandancia de Pontevedra. GUARDIA CIVIL
photo_camera Los agentes custodian a las personas que fueron interrogadas este martes, en la Comandancia de Pontevedra. GUARDIA CIVIL

Con el patriarca pidiendo disculpas públicas (más al Concello de Poio que a la Guardia Civil, dicho sea de paso) y diecisiete personas investigadas. Así se ha cerrado la investigación relacionada con la doble agresión a guardias civiles y policías locales que se registró la semana pasada en el poblado chabolista de O Vao de Arriba, uno de los principales puntos de venta de drogas al menudeo de la provincia de Pontevedra y en el que algunos de sus vecinos piensan que pueden gobernar un territorio según la ley del más fuerte, tal y como sucedía siglos atrás.

La jornada del martes sirvió para que el Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Cangas, dependiente de la Compañía de Pontevedra y con todas las competencias para investigar lo que ocurre en los núcleos de infraviviendas asentados en suelo poiense, cerrase las pesquisas con la toma de declaración a siete personas más, que acudieron por su propio pie a las dependencias de la Comandancia pontevedresa. Allí se les informó que comparecían en calidad de investigados no detenidos y, tras ser interrogados, fueron puestos en libertad, apercibidos, eso sí, de la obligación de acudir cuando sean requeridos para ello por parte de las autoridades judiciales.

Los agentes de la Guardia Civil incorporaron los datos obtenidos este martes a unas diligencias que ya están en manos de Xermán Varela, magistrado del Juzgado de Instrucción 2 de Pontevedra, encargado de coordinar las actuaciones. El juez ya decretó el viernes pasado el ingreso en prisión de forma incondicional de los diez primeros investigados, detenidos horas antes en un amplio operativo desarrollado en el poblado. De los siete individuos que comparecieron el martes dos son menores de edad, por lo que se beneficiarán de esa condición y responderán ante su propia jurisdicción en una pieza separada.

Los hechos que desembocaron en el operativo, que se produjeron hace diez días, comenzaron cuando un grupo de guardias acudió al poblado para multar por saltarse el confinamiento a un individuo. Su posterior detención tras tratar de agredirles se convirtió en un intento de linchamiento que se extendió minutos después, cuando una multitud emboscó a dos agentes de la Policía Local (el objetivo era la Benemérita, pero poco les importó), destrozándoles el coche y mandándoles al hospital a golpe de tronco, hacha y bate en contra de lo que decía el patriarca.

Respuesta vecinal. "Exigimos a las autoridades que abandonen la inacción de una vez por todas"

La agrupación vecinal de A Caeira y Boavista, que, de un tiempo a esta parte, se ha convertido en el principal frente social de choque ante las actividades ilícitas que se desarrollan en los dos poblados chabolistas de O Vao, vuelve a poner los puntos sobre las íes tras los graves incidentes ocurridos la semana pasada. "Lamentamos profundamente que siete meses después de la última Junta Local de Seguridad tengan que suceder hechos tan vergonzosos".

El colectivo asegura que siegue temiendo por la seguridad de los vecinos. "Ya está bien que paseen a sus anchas saltándose la ley sin que nada suceda".

Sobre la labor de las fuerzas de seguridad, los vecinos de A Caeira y Boavista aseguran que "hacen lo que pueden", y añaden que en O Vao "se saltan la ley tanto con la venta de drogas como ocupando un espacio que no les pertenece para edificar sus viviendas y, cómo no, en estos tiempos, también el confinamiento", motivo este último que desencadenó las agresiones ocurridas la semana pasada.

"Dado que esta situación se viene produciendo de forma ininterrumpida desde hace más de 40 años y que lejos de atajarse va a peor, exigimos a las autoridades implicadas, municipales, autonómicas y estatales, en sus respectivas competencias, que abandonen la inacción de la que vienen haciendo gala desde entonces", concluyen.

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