La hostelería tendrá que cerrar sus puertas desde este sábado en 60 concellos de Galicia, y los trabajadores del sector denuncian que la medida significará la sentencia para numerosos negocios.
Por eso, los hosteleros de Pontevedra y Poio protagonizaron este viernes nuevas caceroladas a las puertas de los establecimientos para reclamar soluciones a las administraciones que permitan salvar un sector vital para el empleo.
Los profesionales del sector ya anunciaron que continuarán con las protestas en próximas fechas.