Un mes de guardia contra la piqueta en Vilaboa: "Non esperaba tanta solidariedade, síntome sobrepasado"

Las guardias vecinas en el entorno de la casa que tiene pendiente la ejecución del derribo se prolongarán hasta que se apruebe parcialmente el PXOM

Enrique López Patricio, en el campamento frente a su casa junto a un grupo de vecinos. J. CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Enrique López Patricio, en el campamento frente a su casa junto a un grupo de vecinos. J. CERVERA-MERCADILLO

Un pueblo entero hace turnos de 24 horas para que los operarios de una constructora contratada por la Aplu no consigan ejecutar la sentencia de derribo de una casa. Sucede en Santa Cristina, Vilaboa, y los protagonistas de esta historia, Enrique López Patricio, el dueño de la vivienda, y los habitantes de Cobres, cumplen este jueves 31 días de guardia con sus 31 noches. ¿Están cansados? ¿El anuncio de que pronto se podrá aprobar el Plan Xeral ha relajado la situación? Esa no parece ser la tónica en el habitáculo levantado en una parcela próxima a la casa, que desde la tercera jornada de concentración se denomina "campamento base" y en el que a diario hay reuniones de mañana y tarde, de grupos de vecinos que se van turnando en esta vigilancia.

"Que canto tempo imos estar así? Non o sabemos", explica López Patricio, quien a mediodía se reúne con los asistentes para jugar a las cartas y hacer más amenas las guardias. El sistema de organización es tal, que incluso, a veces, López Patricio se permite la licencia de abandonar este reducto para ir a trabajar, no muy lejos. "Noticias da Aplu non tivemos, nin da empresa, nin de nadie. Estamos igual que o primeiro día, esperamos que nos comuniquen algo, pero mantémonos en alerta", narra, mientras apunta los tantos de una partida de tute en la que participan ocho lugareños.

Hace unos días se afirmó que al haber expirado los 15 días de ejecución del contrato, la constructora no aparecería por aquí, pero, sin embargo, estos datos no ofrecen mayor fiabilidad al dueño de la casa, que sigue medio desmantelada y parapetada tras una zanja y los turismos que ocupan el acceso. "A contrata tiña 15 días para executar a sentenza, pero a ciencia certa non sabemos nada do tempo que lles deron. Ían vir o 21 e non viñeron. O prazo das obras depende dos materiais, de distintos factores. Nunca se sabe o que vai ser", señala, y menos, cuando la sentencia de derribo parece no tener caducidad.

"Na autopista vencemos e aquí tamén" La concentración emepzó con dos coches y una zanja 

"Cos cambios na Lei de Costas as sentenzas de derrubo pasaron a ter 15 anos de vixencia, e a miña en teoría xa os ten, pero a Aplu non o interpreta así, de xeito que tampouco está claro se haberá un momento no que prescriba", explica. Ante eso, y con la solidaridad de sus vecinos como único clavo ardiendo al que agarrarse, López Patricio explica que hasta sus abogados dicen que "a resistencia é a única forma de evitar o derrubo. Nós pensamos tamén que se non hai solución xurídica, hai que resistir e esperar que a Xunta entre en razón e pense que, ao mellor en meses o PXOM está aprobado e se pode legalizar".

Los vecinos, en el 'campamento' ante una lista de necesidades. J. CERVERA

La novedad de que el informe de Augas de Galicia abre la puerta a una aprobación parcial de PXOM ha sido un pequeño alivio para los afectados por los expedientes urbanísticos. "A noticia foi ben acollida, pero se o informe de Augas de Galicia fora positivo de todo, a aprobación sería automática para todos", señala.

Un mes después hay varias tiendas de campaña, una nevera, una televisión, café y algunas botellas de aguardiente

El informe deja fuera de la aprobación (que se podría materializar en algo más de dos meses, en septiembre) a muchos núcleos de Bértola y Figueirido, y a A Graña. "Son zonas onde están os expedientes de rústico e onde se manterá este problema", recuerda Enrique, que señala, además, que, contra todo lo que se ha pedido, "a Aplu segue a mandar multas, e os expedientes continúan. Aínda hoxe me chamou un veciño que recibiu outra sanción". No lo dice, pero en cuestión de días habrá otro juicio de una afectada de la zona interior. La tensión, en realidad, no decrecerá de inmediato, ni siquiera con el PXOM aprobado, porque los casos que se acumulan en Vilaboa tienen todo tipo de orígenes. Aunque, al parecer, hay lugar para la esperanza. "A actitude de Urbanismo semella que é positiva", afirma.

Pero resistir no es tan fácil siempre. López Patricio ha tenido que dirigirse a sus vecinos muchas veces estos días. A veces se queda parado en pleno discurso y le falla la voz. Entonces, todos ahogan su silencio con aplausos. "Emociónome. Esperaba algo dos veciños, pero non tanta solidariedade, síntome sobrepasado", confiesa.

Cristiano, en la televisión del 'campamento' de Vilaboa. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

Comentarios