El exalcalde de Campo Lameiro, el popular Julio Sayáns, se enfrenta a una posible pena de siete años y tres meses de prisión por supuestos delitos urbanísticos, y falsedad tras aprobar unas obras de ampliación de la depuradora del polígono industrial que acabaron construyéndose en parte en suelo de un particular y en parte en suelo de uso público no industrial.
El Ministerio Público explica en su acusación que el ex primer edil de la localidad, la entonces secretaria y el técnico encargado de las obras (todos ellos acusados) cometieron varios delitos en el proceso. El responsable de las obras comunicó al alcalde que la nueva depuradora no se podía instalar en el mismo lugar que ocupaba la antigua (dadas sus dimensiones), y le preguntó si podía desplazarla unos metros. "El alcalde, actuando con total desprecio por la aplicación de las normas", autorizó verbalmente, explica el fiscal, tales cambios, sin efectuar modificaciones en el proyecto ni en el expediente. Es más. En el acta de recepción final de las obras, se afirmó que se habían ejecutado conforme al proyecto inicial, pese a que se instaló sobre una parcela de una entidad mercantil y otra destinada en exclusiva a zonas verdes.
Por ello, Sayáns se expone a cuatro años y medio de cárcel por falsedad y dos y nueve meses por delito urbanístico, el técnico se expone a cuatro años y medio y la secretaria a dos años y medio.