Poco a poco se van conociendo más detalles del proyecto del futuro centro de salud de Poio, en el que trabajan conjuntamente el Servizo Galego de Saúde (Sergas) y el propio Concello. Aunque aún quedan incógnitas por despejar, como la ubicación de la infraestructura o el presupuesto de la obra, sí se sabe que, una vez que el ambulatorio esté operativo, tendrá la capacidad suficiente para dar cobertura a los cerca de 17.000 vecinos de la villa. Así lo confirmó este miércoles el alcalde, Luciano Sobral, que dejó entrever que esto provocará el cierre de los centros de Anafáns, Combarro y Raxó. Si bien en el primer caso será una medida que se aplicará en cuanto el nuevo ambulatorio abra sus puertas, en el caso de los dos últimos se tratará de una jubilación "progresiva".
"En principio, nós pensamos que os Centros de Saúde de Raxó e Combarro poden continuar funcionando de entrada. Non pensamos nun peche inmediato, algo que si acontecerá co de Anafáns, senón máis ben pensamos que é unha medida a medio prazo", reconoció el regidor del Bloque Nacionalista Galego, que, en todo caso, matizó que esta cuestión no viene contemplada en el borrador en el que están trabajando actualmente la Xunta de Galicia y el Ayuntamiento poiense.
"No documento xa se contempla un aumento de poboación importante de cara aos vindeiros 15 ou 20 anos"
Lo que sí ha quedado claro en las reuniones que han mantenido los representantes y técnicos de ambas administraciones es que la futura infraestructura contará con unas instalaciones lo suficientemente grandes para prestar servicio a todos los vecinos del municipio. Además, en la documentación previa a la puesta a punto del proyecto "xa se contempla a previsión dun aumento de poboación importante de cara aos vindeiros 15 ou 20 anos".
Por su parte, fuentes del Sergas apuntan que en la actualidad "la Administración Sanitaria se encuentra aún en la fase técnica de estudio para mejorar de la forma más operativa la actual infraestructura de Atención Primaria en el Concello de Poio". La Consellería de Sanidade puntualiza que, al igual que se ha hecho en otros municipios a la hora de impulsar actuaciones que ayuden a potenciar la prestación, "se establece un proceso que, habitualmente, implica ámbitos técnicos,entre los que se incluyen los urbanísticos, arquitectónicos o dotacionales, así como diversos parámetros asistenciales, referidos a la poblacion, cartera de servicios, equipamiento o plantilla".
Con respecto a la ubicación de la futura infraestructura, la pretensión del Concello es que se ubique preferentemente o bien en la parroquia de San Xoán o en la de San Salvador. Será la Administración local la que tenga que poner a disposición de la Xunta de Galicia los terrenos necesarios para la construcción de las instalaciones. En este sentido, debe tratarse de parcelas que cumplan técnica y urbanísticamente con los requisitos necesarios para poder acoger la ambiciosa actuación.
El Gobierno municipal confía en que la tramitación previa a la firma definitiva del convenio con la Consellería de Sanidade se cierre cuanto antes. Para ello, será necesario dar una serie de pasos en clave burocrática. Uno de ellos pasa por aprobar en sesión plenaria el convenio en el que trabajan actualmente tanto el Concello como la Administración autonómica.
Sobre este particular, el alcalde explica que "agora hai que estudar e validar a documentación". Sobral se muestra confiado en que este asunto se pueda abordar en el Pleno ordinario del próximo mes de febrero, que tendrá lugar el día 27 (19.30 horas). Antes, los informes serán analizados por la Comisión de Facenda.
DEBERES DEL CONCELLO. Además de poner a disposición de la Xunta los terrenos necesarios para la construcción de la infraestructura, el Ayuntamiento también deberá dar respuesta a otra serie de deberes.
A este respecto, el regidor poiense explica que el borrador, que cataloga como "un documento xenérico", ya deja claro que será la Administración local la que deba asumir la puesta a punto y el mantenimiento del entorno del futuro centro de salud. "O acondicionamento dos aparcadoiros ou das zonas verdes teriamos que asumilo nós, pero non os gastos enerxéticos das instalacións", dice Sobral.
