Inaugurar una pizzería en pleno estado de alarma por la crisis sanitaria del coronavirus y poder decir que ha sido un éxito. La aventura emprendida por el hostelero de Arcade Jacobo Martínez, es, sin duda, uno de los titulares del fin de semana y, si su historia sale bien, pasará a ser un ejemplo de cómo superar la adversidad para los hosteleros de toda la provincia.
Pero no se puede decir que este empresario haya tenido suerte únicamente, sino que este proceso le ha pillado —como en el caso del famoso refrán— trabajando.
La clave de la apertura de este establecimiento, llamado Pizzería Nova Nadia, ha sido el interés del hostelero por no dejar atrás a ninguno de sus empleados. "Teño dous restaurantes centrados no marisco e nos platos máis elaborados, e somos 15 en total os que dependemos deles. Ao ser o sector do marisco, atopamos que non ía ser fácil que a xente o demandara, sobre todo, nos primeiros tempos. En cambio a pizza si ía ter o seu público. E sobre todo en Arcade, onde, neste momento non está cuberta esa oferta".
Otro de los factores a favor fue el de contar con material y medios para poder ponerse en marcha. "Buscamos un baixo moi cerca da zona onde temos os outros locais, a Marisquería Arcade e A Casa do Muelle, e que antes era unha cafetería. Contamos con un aluguer acorde a toda esta situación e tamén tivemos a sorte de que Sanidade se mostrou moi receptiva: dixéronnos como facer, déronnos un manual de como tratar os produtos... Todo foron facilidades", explica.
La otra clave para la apertura fue el trabajo del cocinero, Francisco Javier Ricón, que, en palabras de Jacobo Martínez "xa levaba moito tempo preparándose. O ano pasado empezou con cursos de masas, e este ano acababa de dar con unha que el pensa que é a que pode funcionar".
La elección de la masa debe pasar ahora por la aprobación del gran público, aunque el debut de la carta del Nova Nadia no hubiese sido más exitoso, probablemente, ni siquiera en un estado similar al anterior a la emergencia sanitaria. "Na primeira noite tivemos 100 encargos. Foi unha locura. Ata esgotamos toda a masa que tiñamos preparada para toda a fin de semana. Xa tivemos que pasar o sábado de madrugada preparando unha nova remesa de masas para poder seguir atendendo pedidos", confiesa.
En la carta de esta pizzería nacida en tiempos de crisis hay, además de pizzas, distintas variedades de pasta italiana y empanadas bajo pedido. De momento, los encargos no se pueden entregar más allá de los límites de Arcade. Las puertas de la instalación están cerradas, por ahora y solo se atienden encargos para recoger en el local o entregar a domicilio, Las elaboraciones se realizan y entregan con mascarilla y las adecuadas protecciones. No se calcula que se puedan abrir hasta finales de mes. Para entonces, algunos trabajadores habrán salido del ERTE al que se ha tenido que acoger la empresa. Jacobo Martínez ha empezado con los preparativos para reabrir Marisquería Arcade, que tendrá, según calcula, un 30% de su aforo anterior, y del establecimiento de A Casa do Muelle, que al contar con dos terrazas, se estima que podrá acoger a unas 40 personas. "O primeiro que encargamos foi unha limpeza e desinfección e temos tamén encargado un material para proceder a limpar os establecementos a diario", explica.
En cada uno de los restaurantes habrá trabajo para diez de los empleados. El resto de los puestos tendría que absorberlos la pizzería. Los encargos del primer día y los pedidos a domicilio de las mariscadas del día de la madre hacen pensar al empresario que "pode ser posible que superemos este ano ou dous que nos esperan antes de que todo volva a ser como antes", reflexiona.
