La Policía Local de Poio y los vigilantes de Guardapescas de la Cofradía de Pescadores de San Telmo interceptaron en la mañana de este jueves a dos mariscadores furtivos que estaban faenando en la playa de Cabeceira en Lourido, a los que se les incautaron 20 kilos de almeja japónica.
Los dos hombres se encontraban en una zona clasificada como prohibida y cerrada para la extracción de molusco ante la alta concentración de toxina. En el operativo participaban en ese momento tres agentes municipales de Poio y dos vigilantes del Servicio de Guardapescas, lo que permitió su rápida localización cuando huían a pie por la playa con las almejas.
Los sacos contenían 20 kilos de bivalvos, de los que nueve eran de tamaño antirreglamentario, inferior a la talla mínima exigida para su extracción, que fueron devueltos en su totalidad al medio marino. Las dos personas identificadas de 23 y 26 años, vecinos de Poio, cuentan con antecedentes por marisqueo furtivo.
Una muestra del molusco fue remitida al laboratorio del Centro de Investigación Marino para verificar si la concentración de toxinas da resultado positivo y de ser así procederá a investigar penalmente a los dos furtivos por un presunto delito contra la salud pública. En caso negativo serán denunciados por una infracción administrativa ante los órganos competentes de la Xunta.
