El hombre detenido el pasado viernes por haber causado la muerte, presuntamente de modo deliberado de una joven de Verducido, Pontevedra, empotrando su coche contra el de la víctima permanece ingresado en los calabozos de la Guardia Civil a la espera de su paso a disposición judicial este lunes.
El juez de Caldas será el responsable de tomar declaración al acusado y decidir si se decreta su ingreso en prisión o si se modifica la calificación de los hechos, sucedidos el pasado jueves a las 9.30 horas en un cruce de la N-550 con el vial local de Fontenla, Porráns.
La noticia de la muerte de la joven sentó el viernes por la tarde como un jarro de agua fría no solo a la familia y amigos de la joven, Jessica Méndez, de 29 años de edad y que residía con su novio en Portas, sino entre todos los vecinos de Barro, pues ella era muy conocida en el municipio.
Pero pocos instantes después de que se conociese el óbito se supo también de la detención del conductor del otro turismo y superviviente, José Eirín, por supuesto homicidio. Eirín Iglesias había sido derivado el jueves a un hospital de Pontevedra con heridas leves y estaba de alta hospitalaria. Fue detenido en Barro.
A escasos metros de este punto también desarrolla su actividad profesional el hermano de la joven, que es empleado de un supermercado local. "Todos os coñecemos e son unhas persoas traballadoras e moi aprezadas no municipio", señaló este sábado un vecino de la calle Baladas destacando su gran carácter.
De hecho Jessica será velada en el tanatorio de Barro, en donde su cuerpo permanece desde el sábado. El entierro está previsto para este domingo a las 17.30 horas en el cementerio de Verducido y el funeral para el lunes, a las 17.00 en la iglesia parroquial.
CONTUNDENTE. La investigación policial es contundente respecto a los actos de Eirín: el suyo no le parece a los investigadores un delito contra la seguridad vial por alta velocidad y maniobra ilegal, o de homicidio involuntario, como consecuencia de lo mismo. La Guardia Civil tiene elementos para sostener la hipótesis de que se trató de un homicidio en el que se constataría la intención de acabar con la víctima, y un móvil: la relación que él quería tener con ella y que ella le habría negado.
Las mismas fuentes señalan que no habrían tenido relación anterior y que, descontento con el desinterés de ella, el hombre sumaba ya una denuncia por actos de acoso hacia Jéssica, consistentes en rajar las ruedas de su coche.
Fuentes de la Benemérita no han apuntado a la premeditación o preparación del delito, lo que permitiría hablar de presunto asesinato, aunque algunas voces vecinales sí señalan hechos que podrían apuntar también a este calificativo, como la ruta tomada por el conductor para coincidir en el sentido y la hora exactos en el punto en el que colisionaron los vehículos; la elevada velocidad o la inexistencia de marcas de frenada en el vial.
La relación de las familias no era mala, y la propia fallecida tenía amistad con la hermana del supuesto agresor y su marido
EN LA CARRETERA LOCAL. De hecho, el siniestro se produjo, no en la N-550, como originariamente se describió, sino en la incorporación a esta carretera. El coche de la víctima estaba en la señal de stop cuando recibió el impacto frontolateral del Seat Toledo conducido por Eirín Iglesias y ambos acabaron fuera de ambos viales, en una finca aledaña, dada la velocidad de la colisión, que se produjo justo a la altura de la puerta de ella.
La investigación debe determinar si el hombre dio un volantazo para desviarse del carril e impactar con el turismo de Jessica a la altura de la puerta del conductor, y si tomó otras decisiones para encontrarse con su coche. Fuentes vecinales sospechan que incluso podría haber estado observando a la joven para establecer una ruta alternativa por una carretera local que discurre en paralelo, y de este modo salir a la nacional y encontrarse el turismo de la vecina en la posición indicada para sus propósitos.
Aún en estado de shock por la noticia, a la vecindad de Barro le cuesta hablar del presunto autor de los hechos.
PERFIL. El hombre, de 41 años de edad, no era particularmente conflictivo, o, al menos, no le constan antecedentes policiales por ello, aunque sí se cree que su carácter tímido y reservado podría haber dado la idea equivocada de que todo estaba en orden para él, mientras que, interiormente, en su día a día, se estaba fraguando lo contrario.
No se le conoce una amplia vida laboral, aunque sí trabajó en un criadero de terneros en Romai (Portas) en años recientes. Hay quien le recuerda por su faceta de apoderado del PP en algunas elecciones como un tipo educado y correcto y también quien le conocía porque frecuentaba el bar del pueblo. José vive en la casa de su madre, perdió a su padre hace años en circunstancias trágicas y tiene dos hermanos ya casados.
Precisamente, algunas fuentes señalan que la relación entre las dos familias no era mala. De hecho, Jessica era o había sido bastante amiga de la hermana de José y su marido y habría acudido con ambos a los partidos de fútbol del Barro CF, hace algunos años.
Si José tenía la intención premeditada de embestir el coche de Jessica o no serán incógnitas que pertenezcan a la investigación, aunque lo que no parece haber calculado era lo visibles que iban a ser sus actos a las 9.30 horas en una carretera nacional. Muchos conductores alertaron al 112 tras ver el siniestro y otros, vecinos de la zona, pararon en el punto para auxiliar si se podía. Fruto de este hecho, y dado que las casas tanto de su familia y de la de la joven estaban muy cerca, al punto acudieron vecinos y conocidos que no tardaron en alertar a la familia de Jessica y a su pareja.
Así fue como llegó el novio de la joven, que ya en ese momento se dirigió al conductor, que estaba en la ambulancia y le recriminó por lo que acababa de suceder.