A la frase, "el mar reclama su espacio", que se aplica cuando el oleaje y la pleamar invaden las zonas en las que hay rellenos o paseos marítimos, se le podría sumar, la de "el mar devuelve a la civilización su basura".
Sucede cada vez que hay temporal y no es un fenómeno desconocido para la gente de la costa, acostumbrada, incluso a explotar y aprovechar el material que llega desde alta mar, por ejemplo, a raíz de accidentes marítimos o naufragios. Pero las famosas crebas no siempre son material de provecho, sino que, cada vez más, lo que vomita la pleamar, es, simplemente, un reflejo de la falta de empatía y cuidado que los ciudadanos tenemos con el medio.
En las costas de la comarca los restos llegados a consecuencia del temporal Celine, el pasado fin de semana, han dejado boquiabierto a más de uno, no solo por la cantidad, sino por la naturaleza de los mismos. Así, si en algunos arenales fue madera arrastrada por las corrientes fluviales, lo cual es, hasta cierto punto, frecuente, en otros puntos fueron kilos y kilos de plásticos y restos de todo tipo, como en el caso de la zona del parque de A Seca y el paseo que circunda el campo al aire libre de A Reiboa.
Botellines, latas y más
La cantidad de restos, botellines de agua, latas y basura que aparecieron en esa zona acabó incluso por alertar a los vecinos y vecinas, al considerar que dejar este material en el punto puede acabar acarreando problemas de salubridad. El Concello indicó que, al igual que en otras ocasiones, se está haciendo un trabajo de prevención limpiando sumideros y arquetas para desatascarlas y garantizar que evacúen con normalidad, y de este modo tratar de evitar que se repitan estos problemas.
A su vez, en las playas de Poio y Soutomaior también se están haciendo esfuerzos para retirar poco a poco todo lo que devuelve el mar, con el problema añadido de que lo que los operarios "limpian un día y al siguiente está igual a causa de las mareas".
Otro riesgo conocido por las administraciones locales es el de que los restos que no consigan retirarse, vuelvan al mar con la siguiente subida del agua, algo igualmente poco deseable y nocivo para el medio, en el caso de los plásticos y realmente peligroso para la navegación y los deportes acuáticos en el caso de madera y troncos que han bajado de los ríos por efecto de las crecidas de la corriente fluvial.
En el caso de Poio, para los próximos días, la brigada municipal ya está en alerta. La Policía local, Protección Civil y el personal de servicios están pendientes y haciendo seguimiento diario para ir solucionando incidencias.
En el caso de Arcade, la zona con más basura acumulada es la del puerto, en donde la escollera, al igual que en el caso de A Seca, parece haber albergado plásticos y restos de redes durante algún tiempo. En la playa de Matilde y el resto del litoral de Soutomaior se acumulan los restos de madera, que siguen pendientes de ser retirados. En Vilaboa, los restos vegetales han invadido hasta la zona más metida en el interior del paseo de As Salinas, cubriendo incluso uno de los pontones del paseo.