Un marinense vive una verdadera odisea para volver de Madrid en tren

Saúl Perez denunció la falta de medidas higiénicas durante el trayecto Chamartín-Pontevedra del lunes, que duró doce horas
Saúl Paz, con los papeles de la reclamación hecha a Renfe. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Saúl Paz, con los papeles de la reclamación hecha a Renfe. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

Saúl Paz no se imaginaba la odisea que pasaría para regresar a su casa el lunes después de haberse tenido que ir el pasado viernes a Madrid por una consulta médica. Y es que un trayecto en tren, con salida en la capital y con destino Pontevedra, que no suele exceder de las cuatro horas y media duró cerca de doce.

La presencia de la nieve y las bajas temperaturas que generó la borrasca Filomena ocasionó un mal funcionamiento en las vías durante el trayecto que estaba realizando Saúl. Esto provocó que el tren tuviese que detenerse entre la población de Puebla de Sanabria y A Gudiña mientras procedían a la descongelación de los rodales del tren, ya que "no se pudo realizar con normalidad el cambio de ancho de vía que lleva a cabo el cambiador instalado en Pedralba de la Pradería, en Zamora", aseguran fuentes de Renfe. La espera se alargó cerca de seis horas.

Fue en este momento cuando llegó la crispación del marinense, que aseguró que durante la espera no se cumplieron con las medidas higiénicas establecidas con motivo de la pandemia en ningún momento. "Los nueve vagones iban a tope y mientras estábamos parados la gente andaba de un lado para otro y allí no se cumplían los protocolos de seguridad", explica el marinense, que indicó que desde la compañía tampoco se les ofrecieron nuevas mascarillas higiénicas para sustituir las que llevaban los pasajeros. "Nos pasamos doce horas en un tren con la misma mascarilla, cuando mucha gente solo podía estar cuatro siguiendo las recomendaciones sanitarias", anota.

Con respecto al aforo, Renfe indicó que en el momento en el que se produjo la incidencia había 109 pasajeros en el tren, lo que supone un 41% de ocupación.

El afectado también denunció que, al estar la cafetería del tren cerrada y encontrarse este parado en medio de las vías y no en una estación, los pasajeros no tenían posibilidad de adquirir alimentos y bebidas. "Sí que es cierto que al principio nos dieron una botella de agua para cada uno, pero no llegaron para todos", indica.

Saúl Paz también explicó que los dos trenes que hicieron con anterioridad la misma ruta tuvieron el mismo problema, sin que la compañía pusiera medios para solucionar la incidencia ni se suspendiese el viaje ante la imposibilidad de cumplir un servicio de calidad.

El marinense ya presentó una reclamación en la que solicita la devolución del importe del billete, así como que se adopten medidas de seguridad frente al coronavirus en los desplazamientos. Fuentes de Renfe "lamentaron las molestias originadas a los viajeros", a los que se les devolverá el importe íntegro del billete.

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