Los colectivos Pladever y A Rente do Chan continúan con la guerra abierta contra la central Ponte do Inferno, un salto hidroéctrico que lleva más de 130 años turbinando agua del río Verdugo en Ponte Caldelas y cuya caducidad se declaró en el año 2018, a pesar de que la empresa concesionaria, Naturgy, sigue turbinando el agua y vendiendo la electricidad, aún sin cumplir los requisitos ambientales para ello.
La agrupación conservacionista acaba de sumar a sus filas el importante apoyo de la organización Ecologistas En Acción, que se ha hecho eco de la situación atípica del río, con una concesión caducada en 2018, un expediente de caducidad que se agotó sin solución y otro, abierto por la Xunta, en el que no tendrán parte las organizaciones que piden, no solo la caducidad, sino que ese derecho energético no sea reasignado a ninguna empresa para poder así eliminar el obstáculo físico que supone el embalse en el cauce fluvial.
A mayores, Pladever ha celebrado en fechas recientes que también el apoyo popular a la liberación del cauce del río ha crecido manifiestamente. Así, el colectivo colgó con motivo del reinicio del expediente de caducidad una petición en Change.org exponiendo por qué se pide a la administración que la prescripción de esta concesión conduzca a la eliminación del salto. Esa petición, tras un arranque esperanzador sumaba este domingo 1.638 firmas, tras haber superado las 1.500 hace justo diez días. La asociación anima a los defensores del río a apoyar también esta vía (https://www.change.org/p/xunta-de-galicia-salvemos-o-río-verdugo) para hacer ver a la Administración que no se tolerará más el expolio ecológico del Verdugo.
