Más de un centenar de mariscadoras reclama la reapertura del banco en Poio

Trabajadoras de San Telmo aseguran que en su zona «no hay mortalidad de almeja» y piden "transparencia" a las Cofradías
Un grupo de alumnos en la Escola de Enxeñería Forestal del Campus de Pontevedra. GONZALO GARCÍA
photo_camera Mariscadores se concentraron en A Seca. GONZALO GARCÍA
Más de un centenar de mariscadores de la cofradía de San Telmo se dieron cita ayer en el puesto de control de A Seca, en Poio, para protestar por el cierre del banco marisquero durante esta semana llevado a cabo por las agrupaciones de mariscadoras que representan a las tres cofradías del fondo de la ría. El cierre decretado a propuesta de la Cofradía de Lourizán vino motivado por el aumento de la mortandad del bivalvo en la zona de Os Praceres.

Las trabajadoras de San Telmo reclaman "mayor transparencia" y que se aclare por qué se procede al cierre «cuando en las playas de Poio no se da esa mortandad».

Por este motivo algunos mariscadores como Juan Méndez, integrante de la Cofradía de San Telmo y una de las personas que ayer mostró su disconformidad con la medida aprobada, propuso que se traslade el marisqueo a las playas de Poio mientras en Os Praceres se registren bajos niveles de salinidad "para no tener que parar".

Por su parte, la presidenta de la Cofradía de Lourizán María Carmen Vázquez Nores explicó que las decisiones adoptadas por la Agrupación de mariscadoras se toman de manera conjunta por las tres agrupaciones, en base al plan de explotación del fondo de la ría aprobado para los tres próximos años, y obedecen únicamente a criterios biológicos. "Un informe de nuestros técnicos asegura que la salinidad es muy escasa y eso provoca la mortalidad de la almeja por eso propusimos el cierre cautelar durante esta semana, para garantizar la producción en las siguientes semanas", manifestó.

Sin embargo, muchos integrantes de San Telmo no aprueban esta medida."El mal tiempo nunca fue un problema para ir a mariscar", señaló Marina Alvariñas, otra de las mariscadoras que protestan porque al decretarse el cierre esta semana son cinco los días que no podrán faenar "de once que tenemos este mes".

El marisqueo de a pie cuenta con 438 trabajadores en el fondo de la ría, de los que 216 corresponden a la cofradía de San Telmo, la mayoritaria, 168 a la de Lourizán y 52 a la de Raxó.

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