Sin prisa, pero sin pausa. Así defiende el alcalde de Ponte Caldelas, Andrés Díaz, el avance de los trabajos de su equipo para dotar al municipio de un proyecto termal propio, después de los diversos parones que sufrió el proyecto.
Andrés Díaz anunció que en 2023 se demolerá lo que el denomina "a mole de formigón" do balneario. Se trata de las columnas y cimentación del edificio proyectado por la empresa El Bosque para el complejo termal, en el año 2008, cuando la firma se quedó sin crédito en plena crisis de la construcción debido a un revés urbanístico recibido por el proyecto, que en parte invadía la zona de dominio del río.

Esa construcción lleva desde entonces acumulando agua y maleza y ha sido vallada y asegurada en múltiples ocasiones, dado el peligro que supone su presencia, casi anexa a la calle que discurre por la zona.
El alcalde recuerda que la situación de abandono "levaba así sete anos cando cheguei á Alcaldía, no 2015" y que se han dado pasos muy importantes para desatascar el complejo embrollo legal creado en torno a este proyecto.
En 2017 los terrenos y sus derechos pasaron al Concello gracias a una compra negociada por el Sareb y, desde entonces se ha articulado ya un nuevo proyecto que, pese a cumplir con la parte urbanística, se quedó sin fondos, al irrumpir en 2020 la crisis del covid-19.
La situación actual es de espera, para poder desarrollar el plan con fondos propios, provinciales o europeos. Mientras tanto, el regidor apuesta por que, por lo menos, se elimine el peligro y el feísmo de este punto del municipio. Para ello se destinará medio millón de euros de fondos propios con los que se acometerá la demolición de las columnas y vestigios de la construcción iniciada en 2008.
A su vez, para que todo se pueda poner en marcha cuánto antes, el Concello ha iniciado el proceso de exposición pública de la solicitud de declaración de termalidad de las augas de los manantiales identificados como Daniela I y Daniela II, ubicados en los terrenos del Balneario de Ponte Caldelas que actualmente son de titularidad municipal. Son dos fuentes situadas en el margen derecho del Verdugo de las que salen aguas a 32 y 34 grados, respectivamente. Este proceso permitirá declarar minero medicinales las aguas de ambos surtidores, para mantener la condición de termal del proyecto.