Las ofertas volvieron a dar vida a la feria dominical de Barro seis meses después

Un total de 50 puestos, la mitad de los habituales, se reencontraron con el mercado semanal de San Antoniño. El público lo estaba deseando
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photo_camera Primeros instantes de la feria de Barro, que reabrió este domingo tras seis meses. RAFA FARIÑA

"Parece que a xente estaba esperando por esta feira, na que ademais de comprar ou vender, hai interacción social, que é o que se botaba de menos, e o que hai que ir recuperando pouco e pouco". Son palabras de Adrián Silva, responsable de la Concellería de Promoción Económica, Emprego de Barro que resumió los detalles de la vuelta del Mercadiño Municipal de los domingos.

La feria no se celebraba desde poco antes de Navidad, etapa en la que, ante uno de los aumentos de contagios de covid-19 que se vivieron en la segunda y tercera oleadas, se cerró el municipio. "En todo o ano anterior, calculamos que os feirantes non puideron traballar máis de dous meses", añadió el edil, que espera que este retorno sirva para que el sector empiece su recuperación.

El mercadillo tardó en montarse y el público se hizo de rogar, pero, como explica el edil, "isto adoita suceder nos meses de verán, porque coa calor vén menos clientela. As mellores horas son as da tardiña, contra as sete e as oito da tarde", aclaró. También a eso se le atribuye el descenso de comerciantes. "Irá en aumento, a medida que vexan que a reapertura se consolida, pero sempre hai menos feireantes nestas datas, porque saben que non poden competir coas praias", añade. El edil considera que la actividad merece todo el respaldo "dada a súa importancia económica e social no noso municipio" e insta a la prudencia de los usuarios "usando máscara e evitando aglomeracións".

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