Multado por no llevar mascarilla en Combarro en la escalera de su casa

El centro histórico se adapta a la nueva normalidad, con fricciones puntuales entre los encargados de custodiar la ley y los comerciantes
Laureano muestra el lugar en donde le impusieron la sanción. J. CERVERA
photo_camera Laureano muestra el lugar en donde le impusieron la sanción. J.CERVERA

La Policía Local de Poio y la Guardia Civil completaron el pasado fin de semana las primeras jornadas de control específico sobre la villa de Combarro para garantizar que se cumpliesen las medidas de seguridad sanitaria y, en especial, la obligación del uso de la mascarilla sanitaria.

A Laureano Freitas Silva, responsable del establecimiento Artesanía Silva, la jornada de inicio de la custodia de esta norma no se le olvidará con facilidad, pues fue uno de los primeros multados por no emplear la protección facial. Laureano está indignado porque el Concello le ha comunicado que la Policía seguirá con la tramitación de la multa, a pesar de que ha alegado que, cuando le impusieron la sanción "estaba eu só, bebendo auga, e sentado na escaleira da miña casa".

Su establecimiento se sitúa justo frente a la tienda, y Laureano aprovechó un receso en la llegada de público para tomar el aire. "Outras veces pasaron os axentes e ese día levaban alí todo o día, pero nunca antes me dixeran nada", lamentó. El vecino de Poio entiende que, al ser dentro de su propiedad privada, y al haber explicado que estaba tomando un agua, la multa no debiera haber prosperado, pero finalmente tendrá que pagarla. "Polo menos quería facelo público para que se saiba que estou indignado", explicaba. Este comerciante explica que, al igual que los otros 18 puestos de recuerdos de la villa, la adaptación a la crisis sanitaria está siendo dura. "Primeiro, tivemos que retirar todo o que exhibiamos na rúa, e agora pasan cousas como esta multa, cando as vendas non son boas". En Combarro ya hay más público, reconoce, "pero nin un 60% da que ten chegado en outros veráns". Sobre el respeto por las normas, reconoce que "a maioría leva máscaras, pero os de idades de 20 e 30 anos pasan moito. Hai que lembrarllo sempre. Na tenda, iso si, non entra ninguén sen ela", concluye.

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