La Policía de Poio interpuso cerca de una veintena de denuncias en la última semana. La mayoría, 14, se impusieron a personas que fumaban sin guardar la distancia de seguridad en distintos puntos del municipio. Más llamativa fue la intervención realizada por los agentes hace ocho días ante las insistentes quejas de los vecinos de A Caeira por la ingente entrada de hombres en un chalé particular. Se trata de una casa sobre la que pesan quejas desde hace algunos meses, y de la que se sospecha que se está empleando como local de alterne de alto nivel.
Los agentes no pudieron entrar a la vivienda al carecer esta de licencia o status de local público. A pesar de ello, se veía y oía a mucha gente en el interior, por lo que esperaron a la llegada de un hombre que trató de acceder a ella con el argumento de que iba a una fiesta de cumpleaños familiar.
Los agentes sí lograron identificar a cinco personas no convivientes cuando salían del chalé por orden de una de sus ocupantes, que trataba de justificar así que el encuentro era legal. Las restricciones prohíben que más de cuatro personas que no vivan bajo el mismo techo se reúnan en viviendas. La sanción es de 600 euros.
En el interior del chalé, certifica la Policía de Poio, había una cantidad muy superior a la permitida. Añaden que las quejas sobre el establecimiento, que aparentemente opera en la clandestinidad pero se anuncia como casa de citas en Internet, son cada vez más abundantes.
