Naufragio del Nuevo Marcos: "Pasaron cinco años y seguimos esperando respuestas"

Del que fue el naufragio más trágico del siglo XXI en la ría de Pontevedra, cinco años después, solo quedan allegados y familiares desolados y "sin respuestas". El Nuevo Marcos, un pesquero de 12 metros de eslora se hundía en unos minutos tras chocar contra una batea en la madrugada del 26 de abril del 2017, cuando se dirigía al puerto de Combarro, llevándose por delante la vida de tres marineros: Francisco Castiñeiras (37 años y patrón de la embarcación); Florentino Carballa (56 años) y Jesús Ligero (56 años), todos ellos de Campelo. Otros dos marineros lograron sobrevivir.

En las fatídicas horas posteriores, Adrián Ligero fue rescatado con vida en una de las bateas próximas, mientras que Carlos Carballa logró llegar a nado tras más de una hora desde la zona del hundimiento hasta Combarro, y dar la voz de alarma.

Para Jesús Ligero, el menor de los tres hijos del marinero fallecido Jesús Ligero, y hermano de uno de los supervivientes, el archivo de la investigación para esclarecer lo ocurrido y sobre la que, explica, "queda pendiente un juicio" tras el recurso de las familias, es una situación desesperante. "Son cinco años pero lo vives día a día. Mi padre lo era todo, para mi madre era lo más grande, su compañero de vida. Nunca entendimos por qué se archivó, ni que nunca nos dijeran nada. Nosotros no buscamos un culpable, sino una solución. Pasaron cinco años y seguimos esperando respuestas", dice.

"No saltó la baliza, ni por tener, el barco ni tenía seguro, ni salvavidas. ¿Cómo puede salir un barco al mar sin seguro? Nosotros no le echamos la culpa a la armadora, fue una desgracia, pero queremos saber qué pasó. Todos los años, antes de llegar al mes de abril, a mi madre le va cambiando la cara. Esto es más que terrible y asumimos que tenemos que convivir con ello, pero solo queremos saber", dice Ligero.

Según Iago Tomé, Patrón Mayor de Raxó y amigo del patrón del barco, Francisco Castiñeiras, "o barco tiña as medidas, pero a radiobaliza accionouse cando o traiamos remolcado e a balsa non se abriu pola pouca profundidade. Ningunha das medidas funcionou no barco". Para él, explica, "as medidas que se deberían levar a cabo serían balizar as bateas. Se estiveran balizadas, probablemente isto non tería sucedido. Agora mesmo estamos na mesma situación a nivel de seguridade que hai cinco anos, e volverá pasar o mesmo. Parece que sempre se toman as medidas cando pasa unha desgracia e iso aínda doe máis".

"Para as familias faise duro, e tamén para os que imos ao mar, que pasamos a diario por onde afundiu o barco. Todos somos veciños. En calquera casa abren as ventás e atopan Tambo de frente, iso remove. Eu lémbrome todos os días do que pasou, para min era coma un irmán. É duro pensalo. Na porta da casa morreron tres homes, podiamos imaxinar calquera sitio menos aquí", afirma Tomé.

MISA. La familia de Jesús Ligero ofrecerá una misa en memoria del marinero fallecido esta tarde, a partir de las 20.30 horas, en la iglesia de Campelo.