"Non sabe un que pensar respecto ao feito de estar pechados ou non. Antes, queixábanseme os veciños que se moven máis cara Moraña e Cuntis, porque ao estar confinados con Pontevedra, non podían ir cara aló. Desde o xoves, comezaron a queixarse os que fan máis vida cara Pontevedra, polo mesmo motivo".
Es el resumen que hace el alcalde de Campo Lameiro, Carlos Costa, de la delicada situación que se vive en el municipio que regenta, el que menor número de casos registra en la comarca y que, desde el pasado miércoles por la tarde pudo reabrir la hostelería y contar con una normativa más relajada entre las medidas para controlar la pandemia.
Costa explica que, desde el punto de vista de la hostelería, esta reapertura "é ben acollida e era moi necesaria, porque aínda que temos menos de unha ducia de locais, trátase de negocios que son o sustento destas familias, polo que non era bo que estiveran pechados".
La paradoja es que el municipio apenas puede recibir flujo de visitantes, dado que su mayor interacción la realiza con Pontevedra y otros municipios de su comarca. Se trata de concellos que mantienen el cierre perimetral y a los que no se puede acceder ahora desde Campo Lameiro, salvo con causa justificada. Tampoco se puede realizar el trayecto inverso, por el mismo motivo.
"Polo menos, agora é libre a circulación cara os concellos veciños do Umia que están na mesma situación ca nós", reconoce el regidor. Al ser un municipio interior que limita también con las comarcas de Umia y Terra de Montes, la población de las parroquias más próximas a cada uno de esos concellos sí realiza parte de sus actividades en la zona.
En cuanto a la sensación de los hosteleros, el regidor reconoce que "mesmo se deu a situación de que un deles non reabriu na xornada de hoxe, pero cónstame que todos o estaban desexando".
Costa intuye que la reapertura del local que falta por incorporarse dependerá "dunha reforma ou algo así", pero no lo relaciona con el hecho de que el responsable del mismo haya desistido de la actividad. Con respecto al resto, explicó que "todos, un total de sete, fixeron as aperturas previstas, con algo de acción ata a unha da tarde, ou o mediodía, pero con tardes moi tranquilas ata entrada a noite, posto que nesa hora non adoita haber xente que vaia tomar algo, senón que se paran ao terminar a xornada de traballo".
El alcalde señaló que el Concello mantiene desde hace unos días dos únicos contagios en la lista de casos activos ofrecida por el Sergas. El cómputo es bajo, sobre todo si se compara con el resto de la comarca, y, en especial de la provincia. Sin embargo, este municipio no registró casos en la primera oleada, y cierra un periodo en el que ha tenido picos de hasta siete casos en esta segunda etapa de la pandemia. Con respecto a los casos activos en actualidad "un deles é dun veciño que nos consta e outro de alguén que non debe residir no Concello", motivo por el que confía en que la cifra pueda progresar en los próximos días aún en sentido descendente.
El regidor explica que ha notado ya desde la primera parte de la crisis sanitaria que la vecindad se toma "moi en serio" las medidas de prevención a adoptar. "Aínda que hai momentos ou zonas nas que isto flaquea", pero, con todo, sostiene que "ademais de cumprir con todo parece que é cuestión de ter sorte, así que confío en que os nosos veciños a sigan tendo e poidamos seguir á baixa".
