Una voluntaria recibía aviso a última hora del miércoles de la aparición de una gata abandonada en una caja de cartón en Boavista, en la parroquia poiense de San Xoán. Se trata de un embalaje en el que alguien escribió con rotulador "Soy una gatita, si alguien me quiere".
La caja estaba totalmente precintada con cinta de embalar y el animal es tan manso que ni siquiera maullaba, de modo que Bigotes Felinos presume que pudo acabar muerta o en el camión de la basura, si uno de los voluntarios de A Canceira no se hubiese fijado en la inscripción.
La caja donde se encontraba la gata y los contenedores donde fue hallada. BIGOTES FELINOS
La gata, de un año, tiene marca de collar, pero no chip, y pasará una revisión veterinaria antes de ser puesta en adopción.
"COLABORACIÓN CIDADÁ". Los hechos ya han sido denunciados ante la Policía Local de Poio, que ya investiga el caso junto a la Concellería de Medio Ambiente.
Tanto el Concello como el cuerpo de seguridad recuerdan que el abandono animal está tipificado en el Código Penal como "delito penado con importantes sancións" y hacen un llamamiento a la "colaboración cidadá" para que cualquier persona que sea testigo de este tipo de sucesos se ponga en contacto con las autoridades.
Además, el departamento de Medio Ambiente también trabaja en colaboración con Bigotes Felinos para "mellorar a situación das colonias de gatos na vila". De esta manera, el área coordinada por el nacionalista Xosé Luís Martínez contempla la contratación de una empresa para facilitar "a captura, esterilización e solta (CES)" de los animales que se encuentran abanadonados en la calle.
La normativa establecida por la Xunta de Galicia "contempla a recollida dos animais para a súa esterilización, para, a continuación, ser devolto ao lugar do orixe, a menos que se produza unha adopción".