Con la llegada del verano, la localidad de Poio recibe un gran número de turistas deseosos de conocer los lugares más especiales de la zona, así como los propios ciudadanos poienses, que quizás, en su época de vacaciones, buscan salir de la rutina diaria y conectar con la naturaleza.
Por suerte, el municipio de Poio cuenta con un amplio catálogo de rincones para disfrutar del buen tiempo que ofrece esta época estival, y que pueden resultar atractivas para todos los públicos.
La playa de Padrón de Combarro

Combarro es un pequeño pueblo marinero que se encuentra a menos de 7 kilómetros de la ciudad de Pontevedra. Se trata de un enclave distinguido de las Rías Baixas, considerado Patrimonio de la Humanidad por su carácter histórico-artístico. Si se atraviesa toda la zona vieja se puede acceder a la pequeña playa de Padrón, la cual tiene una belleza singular por ofrecer unas vistas al conjunto de hórreos que se ubican al borde de la ría, mostrando su reflejo en el agua del mar. Pero no es lo único que se puede observar, ya que también llaman la atención las pequeñas casas marineras, construidas con granito, al igual que el resto del pequeño pueblo.
No se quedan atrás los famosos cruceiros, conocidos por ser un símbolo de expulsión del mal y de la Santa Compaña.
Mirador del Outeiro da Tartaruga

Se puede acceder a través de una ruta por el monte que se inicia desde la PO-308. Este mirador es especial debido a un conjunto de rocas que han sido denominadas con el nombre de "Tartaruga" debido a su forma similar a la de una tortuga. Lo más reseñable de este conjunto de rocas son los petroglifos que poseen, formados por círculos concéntricos con cazoleta central y línea radial que sale al exterior. Lo cierto es que hay que subir a lo alto del conjunto rocoso para observar las vistas, ya que la vegetación ha ido ganando terreno, dificultando así la visión de la ría. Este emblemático lugar forma parte de la Ruta de los Miradores de la comarca, los cuales ofrecen unas vistas panorámicas hacia la ría de Pontevedra.
Paseo alrededor de las playas de Covelo
Al llegar a la playa de Covelo, que está situada en un ambiente semiurbano, nos encontramos con un muelle curvo que amansa las olas del mar. Tras este muelle comienza un sendero de no más de 3 kilómetros que permite un paseo contiguo a un conjunto de pequeñas playas, dentro de las que se encuentra la Playa del Laño. También hay un pequeño mirador desde el que se puede observar las vistas de la ría de cerca y que está muy cerca del agua.
Fervenzas de O Pereiro
Se trata de una ruta de 1,1 kilómetros de ida que discurre por el Monte Castrove y que se halla entre los municipios de Meis y Poio. El camino comienza en el Pereiro de Abaixo y se adentra en el bosque, llevando primero hasta el regato de Fentoso, donde se debe cruzar un pequeño puente de madera. La ruta continúa en el sendero izquierdo del río, atravesando un par de pasarelas más, hasta alcanzar el paisaje más sobresaliente del paseo: la cascada de A Freixa Alta, que con un salto de 10 metros pone fin al trayecto.
Construcciones que reviven la tradición gallega
Peto de ánimas de San Salvador
Se trata de un pequeño santuario situado en el cementerio de San Salvador de Poio. Provienen de la creencia popular gallega sobre la continuidad de las ánimas después de la muerte y de la existencia de un punto intermedio antes de alcanzar el cielo.
Molinos de Samieira
Sobre el curso del río Freiría existen hasta 23 molinos de agua, los cuales se pueden recorrer a través de una ruta de 5,5 kilómetros. La mayoría de estos molinos han sido reconstruidos y dos de ellos poseen la maquinaria necesaria para su funcionamiento.
Capilla de la Virgen de la Renda
Se trata de una capilla del siglo XVIII y de planta rectangular. La leyenda cuenta que unos pescadores recogieron en sus redes la imagen de la virgen, la llevaron a tierra y construyeron esta singular capilla en su honor.