El sector de la extracción de la navaja, el último de los referidos a bivalvos que quedaba en activo en la ría de Pontevedra, sucumbió este martes a la presencia de toxina en la misma. La primera noticia negativa llegó en la tarde del lunes y se confirmó en la jornada del martes, con el cierre cautelar de la zona IV, entre las fachadas de Marín por el Sur y Poio, por el Norte, con el entorno de Tambo como referencia. En este punto se podía extraer navaja y longueirón a pesar de estar cerrado a la extracción de almeja desde hace casi una semana también de modo cautelar.
El cierre dejó a los navalleiros con una sola área en la que trabajar, la zona III, entre Praia dos Morcegos, en Cangas y Loira, por la zona Sur y el espacio entre Raxó y Sanxenxo, por la Norte y allí se centraron en la jornada del martes, aunque muy pocos ya, sospechando que el cierre de esta zona podría estar próximo. Las peores previsiones se cumplieron y el Intecmar remitió aviso a las depuradoras en la tarde del martes del cierre. A las 20.40 horas, apenas un par de horas después del cierre de la lonja, se supo que esta zona también arroja niveles altos de toxina ASP y PSP.
En total, en todo el verano, la navaja se dejó de extraer tres días. La de hoy será la cuarta jornada sin actividad.
Con todo, es una de las primeras veces que el grupo que extrae navaja para en todo el verano. Este bivalvo ha soportado mejor la convivencia con los elementos que causan problemas en la almeja, berberecho y mejillón, y, al tener un plan conjunto de explotación, se han ido distribuyendo en las zonas abiertas para seguir trabajando.
"O noso cupo é de 15 quilos e a navalla leva ben estes procesos. Nin hai problemas de cantidade, nin de dificultade. Nunha xornada boa de mergullo, en pouco máis de tres horas temos xa fóra todo o cupo", explica uno de los afectados, Constantino Míguez Montes, de la Confraría de Raxó. En total, en todo el verano, la navaja se dejó de extraer tres días. La de este miércoles será la cuarta jornada sin actividad.
"No meu caso tiven devolucións do luns. A miña depuradora devolveu os quince quilos do meu cupo, e sei que preto de 60 quilos voltaron para a lonxa. O mércores, volverá parte do vendido hoxe seguro"
Al ser un sector que cuenta con cinco días de trabajo a la semana y que puede redistribuir cupos para recuperar, el paro no les genera gran preocupación, siempre que no dure demasiado. Otra cosa son las devoluciones. Al igual que con la almeja y el berberecho, el cliente tiene hasta 72 horas para devolver el género a la lonja y la costumbre se repite siempre que el Intecmar decreta cierres. "No meu caso tiven devolucións do luns. A miña depuradora devolveu os quince quilos do meu cupo, e sei que preto de 60 quilos voltaron para a lonxa. O mércores, volverá parte do vendido hoxe seguro", lamenta el mariscador.
La navaja devuelta supone el reintegro de lo pagado es decir, que se pierden las ganancias del día. "Ademais, moita, nin se pode devolver ao mar, porque é moi delicada e se está máis de 24 horas fóra do medio, non hai garantía de que se enterre. Queda flotando e cómena os depredadores", explica.
Tino Míguez pide que "os mariscadores ou as lonxas poidan facer analíticas en orixe e que estas acompañen ao xénero, de xeito que a depuradora poida empregalas para a trazabilidade da navalla". El buceador sostiene que solo así las intermediarias aceptan quedarse con un marisco que en la mayoría de los casos está bueno, pero que se devuelve ante la duda y para evitar el sobrecoste de pedir analíticas en las depuradoras.
Con estos dos cierres se quedan parados en la ría de Pontevedra los sectores de a flote, con 60 barcos, que trabajaron solo cuatro días en septiembre; otras 462 personas del sector de marisqueo de a pie del fondo de la ría que no pueden extraer almeja y berberecho desde el 27 de julio y el sector mejillonero con un total de 300 bateas en las que no se puede sacar mejillón desde el pasado 22 de junio, cumpliéndose 98 días sin actividad.
