Piden la extinción de la minicentral Ponte Inferno

A Rente do Chan, Pladever y Adega tienen el respaldo de los concellos de Soutomaior y Ponte Caldelas para anular el salto de 1889

Xabi Lourenzo, Lito Muíños, Jesús de la Fuente, Fernando Malvar, Fins Eirexas y Manuel Barreiro, en la Xunta. G.G.
photo_camera Xabi Lourenzo, Lito Muíños, Jesús de la Fuente, Fernando Malvar, Fins Eirexas y Manuel Barreiro, en la Xunta. G.G.

Una de las minicentrales más antiguas de la cuenca del Verdugo-Oitavén, la presa de Ponte Inferno, situada aguas abajo, entre la villa de Ponte Caldelas y la zona de A Insua, lleva más de un año funcionando en condiciones irregulares, según el colectivo A Rente do Chan, de Ponte Caldelas, que, con apoyo de Pladever (Plataforma de Defensa do Río Verdugo), de Adega y de los Gobiernos locales de Ponte Caldelas (BNG, PSdeG y AVP) y de Soutomaior (PP), pidió este jueves el inicio del expediente de extinción de su concesión.

Representantes de todos los colectivos (a excepción de los alcaldes de los dos concellos, por problemas de agenda) acudieron este jueves a la sede administrativa de la Xunta en Pontevedra para pedir formalmente a las consellerías a las que pueda corresponder (Industria, Medio Ambiente), la extinción formal de la concesión, habida cuenta de que, en cumplimiento del reglamento del Dominio Público Hidráulico, el procedimiento pudo haberse iniciado en 2015, con dos años de anterioridad a la caducidad formal de la licencia.

Tal y como apuntan, Ponte do Inferno es un salto hidroeléctrico que lleva 130 años en funcionamiento. La concesión original data de 1889 y hasta hace pocos años Unión Fenosa era la empresa explotadora de estas turbinas bajo la titularidad de su división Fenosa Wind, que cedió el recurso a Elecdey, empresa mediadora que arrenda a Eufer S.A. el aprovechamiento eléctrico. Habida cuenta de que la concesión expiró en 2017, las asociaciones ambientalistas defensoras de la cutura del agua señalan que la presa está totalmente desactualizada con respecto a la normativa de Dominio Público Hidráulico, por lo que, de haber pedido la renovación de la concesión, "a concesionaria tería que ter adaptado as instalacións", puesto que estas "impiden o tránsito de fauna migratoria, como a anguía, o salmón, o reo ou a lamprea, e que estas se dean por enriba do azude de 11 metros de altura".

Además, modifica la morfología del río y resulta mortal para las especies que quedan atrapadas en las turbinas. A Rente do Chan advierte de que, al menos, para legalizarlo, el azud del embalse se debería rebajar a seis metros.

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