Piden a Sobral que actúe para poner fin a la 'narcoescalera'

La primera reunión con vecinos de A Caeira y Boavista se salda con la petición de más presión policial sobre el menudeo
Escalera hacia Rúa Illa da Toxa, zona de paso de drogodependientes. DAVID FREIRE
photo_camera Escalera hacia Rúa Illa da Toxa, zona de paso de drogodependientes. DAVID FREIRE

Más presión policial, más limpieza de los espacios públicos y trabajo de las autoridades a medio plazo para erradicar los puntos de venta de drogas de O Vao. Esas son, a grandes rasgos, las principales peticiones recogidas ayer por el alcalde de Poio, Luciano Sobral, y la edil de Seguridade, Marga Caldas, en el primer encuentro con afectados por la situación generada por el aumento de transeúntes drogodependientes en estos dos barrios.

Sobral matizó que se trata de una reunión con algunos de los representantes de los afectados, "plantexada, principalmente, como primeira toma de contacto" y que faltan aún por oír otras voces preocupadas por la situación como la de los representantes de la Asociación de Vecinos de A Caeira, "un colectivo que ten moitos anos e que pediu tamén reunirse con nós. A data está fixada para a semana que vén".

El alcalde adelanta que se tomó nota de todo lo que sugerían los vecinos, desde medidas más pragmáticas a corto plazo, hasta las que exigen la cooperación de distintas administraciones y constancia "como as encamiñadas a conseguir o que todos queremos que é que O Vao deixe de ser punto de venda de drogas. Sen que queira nadie meterse con quen reside alí, pero si desde o desexo de acabar coa lacra da venda de drogas".

En el aspecto práctico, y dentro de lo que el Concello puede considerar competencias exclusivas, están las medidas que se solicitaron encaminadas a que la escalera por la que la mayoría de las personas toxicómanas que acuden a O Vao atajan en su camino desde Pontevedra o Poio.

Esta escalera entre Antelo e Mariño y Rúa Illa de A Toxa, un punto en el que ya han aparecido pintadas contra la presencia de toxicómanos, suelen presentar suciedad, restos que evidencian el consumo de estupefacientes e incluso albergan a los consumidores que a veces no consiguen completar el camino de regreso tras haber adquirido la droga.

Los vecinos reclaman más iluminación, limpieza y que eliminen elementos y plantas que permiten esconderse y consumir drogas

Para evitar que este espacio público tome las funciones de una narcosala o zona de consumo, los vecinos piden más puntos de luz y que se actúe sobre la construcción para humanizarla, evitando recovecos que faciliten un escondrijo en el que consumir drogas o responder a otras necesidades fisiológicas. Quieren que se despejen las jardineras y los elementos arquitectónicos de este espacio.

Esta actuación es una de las más significativas entre las solicitadas ayer a los representantes del Concello de Poio, aunque no la única. Otra de las demandas más claras fue la de mayor presión policial para evitar pequeños conflictos, hurtos y poner coto a los robos en viviendas.

En cuanto al calendario de reuniones, además de la cita con la Asociación de Vecinos de A Caeira, está pendiente la convocatoria de la Xunta de Seguridade Local. El alcalde pedirá además una reunión con la subdelegada del Gobierno para tratar este asunto.

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