Saldo favorable para los partidos que ostentan las alcaldías de la comarca

Los partidos que gobiernan los municipios de la zona se mantendrán en el poder a pesar de las nuevas caras en algunas candidaturas

Ángel Moldes celebra junto a su equipo la victoria obtenida en Poio, que sin embargo no le dará para gobernar. JOSÉ LUIZ OUBIÑA
photo_camera Ángel Moldes celebra junto a su equipo la victoria obtenida en Poio, que sin embargo no le dará para gobernar. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

Los resultados de las elecciones municipales celebradas este domingo permitirán repetir en el poder a los partidos que gobiernan actualmente Poio, Ponte Caldelas, Vilaboa, Cerdedo-Cotobade, Barro, A Lama, si bien la situación en alguno de ellos cambia sustancialmente.

POIO

Poio definitivo

En Poio, la llegada de Avante Poio le pasa factura al BNG en unos comicios marcados por la victoria (a medias) del PP.

La formación de Ángel Moldes consigue convertirse en la fuerza más votada después de verse superado en número de votos (que no en ediles) por el BNG en las elecciones de 2015.

El PP se queda en ocho ediles, a uno de la mayoría absoluta que necesitaba para gobernar, por lo que el nacionalista Luciano Sobral se postula para repetir como alcalde, a pesar de haber puesto su cargo a disposición del partido este domingo tras perder casi 1.000 votos.

Silvia Díaz, por su parte, se estrena al frente de Avante Poio con un edil, mientras que el PSOE mantiene los tres concejales con los que ya contaba. Ambas formaciones tendrán la llave del gobierno a través de sus posibles pactos con el BNG.

PONTE CALDELAS

Ponte Caldelas definitivo

Algo más del 52% de los votos emitidos en Ponte Caldelas le dan al equipo del socialista Andrés Díaz una mayoría histórica en Ponte Caldelas. Histórica por ser la primera del PSdeG en el contexto de unas elecciones municipales e histórica porque dará lugar al primer gobierno socialista sin necesidad de la cooperación de otras fuerzas de izquierdas.

El PP pierde tres actas –de seis a tres– y el BNG mantiene los 2 con los que contaba en 2015.

VILABOA

Vilaboa definitivo

El cambio de candidatos en el PSdeG y en el PP de Vilaboa parece haber pasado factura finalmente al BNG en Vilaboa.

El PSdeG obtuvo un 67,21%, traducido en 3.333 votos y en seis concejales, mientras que el PP subió un edil y tendrá cuatro (1.093 votos, un 33,04% del electorado), obteniendo un concejal a costa del BNG, que, con 853 papeletas, tendrá tres representantes.

BARRO

Barro definitivo

En Barro, donde el BNG estaba gobernando con el PSdeG, fue la fuerza nacionalista la que se hizo con el saldo más favorable este domingo.

Los de Xosé Manuel Fernández Abraldes se consolidaron pasando de cuatro ediles a seis, y los socialistas recorrieron el camino inverso al obtener un acta menos que en 2015 –de cinco a cuatro–. El PP también pierde, de dos a uno.

CERDEDO-COTOBADE

Cerdedo-Cotobade definitivo

Jorge Cubela pasa el examen tras las primeras elecciones después de la fusión de Cerdedo y Cotobade. El 65% de los vecinos del nuevo concello dieron este domingo su apoyo a los populares, que consiguieron nueve escaños y gobernarán con mayoría absoluta.

Así, Cubela repetirá como alcalde con 2.533 votos para su candidatura, seguido del PSdeG, que obtuvo 968 votos. En tercer lugar quedó el BNG, con 337.

A LAMA

A Lama definitivo

El popular Jorge Canda afianza su mayoría absoluta al cosechar el 56,94% de los votos, lo que supone conseguir siete ediles, uno más que en 2015.

La corporación se completa con los dos concejales del PSOE, que baja desde los cuatro, uno de Ciudadanos, que iguala resultado, y otro del BNG, que se había quedado sin representación en los anteriores comicios.

CAMPO LAMEIRO

Campo Lameiro definitivo

La candidatura popular de Campo Lameiro volvió a lograr la mayoría absoluta que cosechó en 2015 con nuevo líder al frente: Carlos Costa Domínguez, que sustituyó a Julio Sayáns a los mandos del equipo tras varios años ocupando el cargo de teniente de alcalde.

La diferencia frente a los últimos comicios es que fue una victoria menos holgada. De seis concejales ha pasado a cinco y de tener un único rival, el PSOE, ha pasado a contar con una segunda fuerza opositora que responde al nombre de PorVir.

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