Los vecinos de Poio continúan disfrutando del Entroido en distintos puntos de su geogfrafía a la espera de que el Enterro do Galo Fodorico y la festa do Choqueiro, el próximo día 10 de marzo, pongan el punto y final definitivo a un mes de festejos. Este fin de semana fue el turno para la despedida en dos de las parroquias más activas en cuanto a la fiesta de Entroido: Samieira y Combarro, en donde este domingo dieron sepultura a las mascotas de su Carnaval.
Así, en Combarro, comparsas y grupos se reunieron en torno a las 12.00 horas para participar en un vistoso desfile por la zona de A Chousa y el espacio portuario, celebrando la despedida del Mexillón. La comitiva estuvo acompañada por curas, personajes religiosos, choqueiros y también por las comparsas de las distintas parroquias del concello.
El Mexillón desaparecía entre las llamas instantes después de las 13.00 horas.
Con apenas tiempo para descansar, los más aficionados a los desfiles se presentaron en Samieira en torno a las 17.00 horas para participar en el Enterro do Galo Bruxo. Esta parroquia siempre inaugura el Entroido de Poio, pero este año tuvo que renunciar a su desfile de apertura por las lluvias. A pesar de eso, la diversión estuvo asegurada en la procesión de despedida del Galo Bruxo, una cita que congregó a cientos de vecinos.
La próxima cita del Entroido poiense será el sábado 3 en San Salvador, con el Enterro do Berberecho. Se calcula que la fiesta se iniciará a las 19.30 horas en Costa Giráldez.
Despedida y desfile en Combarro
El mexillón de Combarro desfiló ante vecinos y turistas antes de perecer entre las llamas. [FOTOS: RAFA FARIÑA]
Comparsas y gallo
Samieira tuvo que renunciar a su desfile hace dos semanas por culpa de la lluvia, por lo que las comparsas de Poio y algunas otras se reunieron ayer para dar color y brillo a la despedida del Galo Bruxo, que es la mascota del Entroido en esta localidad.
El gallo este año lució un traje colorido, a rayas, y un sombrero de copa. La comitiva partió de Arén, en la zona alta de la parroquia, para ir descendiendo hasta Río de Bois, en cuyo campo se celebró la incineración. [FOTOS: DAVID FREIRE]