Los concejales de Hacienda y de Urbanismo, Xulio Barreiro y Gregorio Agís, respectivamente, han anunciado que el Ayuntamiento de Poio emprenderá acciones legales para exigir a la Xunta de Galicia que construya la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) en el lugar de Pampaído, en el municipio vecino de Sanxenxo, para que de servicio a los dos ayuntamientos.
En una rueda de prensa celebrada este viernes en el Ayuntamiento de Poio, ambos ediles han confirmado que la decisión de judicializar la polémica de la depuradora fue aprobada el pasado lunes por la Junta de Gobierno Local que conforman el BNG y el Partido Socialista. Así, el Ayuntamiento de Poio presentará un recurso contencioso administrativo contra Augas de Galicia y reclamará al Ejecutivo autonómico que cumpla con las directrices del Plan Sectorial del saneamiento de la ría aprobado por la Xunta.
Un informe encargado a una asesoría jurídica concluye que, actualmente, sigue en vigor el plan director que el Gobierno gallego redactó en la época de Manuel Fraga y que determina que, en base al estudio de los técnicos de la Xunta, la depuradora se debe hacer en Pampaído.
A ello suman que la legislación vigente determina que las competencias en recogida, tratamiento y vertidos de aguas residuales corresponden a la Xunta de Galicia y los ayuntamientos. "No podemos decidir donde se colocan las depuradoras", han señalado, que son instalaciones consideradas como de interés público.
Además, han recordado que durante la etapa del gobierno bipartito del PSdeG y BNG, la Xunta llegó a redactar un proyecto para ejecutar la depuradora en Pampaído, tras encargar nuevos informes técnicos que concluyeron, al igual que los ya existentes, la idoneidad de esta localización, ya que las tuberías y colectores principales del municipio "están ya orientados a Raxó", es decir, hacia Sanxenxo, además de ser la alternativa "más viable a nivel técnico y la más barata".
MÁS DE OCHO AÑOS. La polémica ubicación de la EDAR enfrenta desde hace más de ocho años al Ayuntamiento de Poio con el de Sanxenxo y con la Xunta pero se ha enconado en las últimas semanas a raíz de las críticas de la conselleira de Medio Ambiente, Beatriz Mato, y del portavoz del PP local, Ángel Moldes, que exigen al gobierno local que fije un emplazamiento para la depuradora dentro de su propio término municipal.
Barreiro y Agís han explicado que el Consistorio adopta esta decisión después de que Augas de Galicia no contestara a los continuos requerimientos que, desde Poio, se han realizado en el último año y porque es la "única alternativa" que les queda para "acabar con esta indefinición" que, han reconocido, está causando un "daño ecológico muy importante" a la ría.
A esto se suma un expediente sancionador, incoado hace un mes por Augas de Galicia, en el que se propone multar al Ayuntamiento con 30.000 euros como supuesto responsable de un vertido no autorizado de aguas domésticas, sin tratamiento previo, a través de las instalaciones municipales de saneamiento situadas en la playa de Raxó y otros 10.000 euros por la contaminación provocada.
El gobierno municipal de Poio no descarta una solución alternativa que es redimensionar la depuradora de Praceres y, dentro de la anunciada ampliación y modernización, que ésta asuma también el saneamiento de las parroquias poienses de Raxó y Samieira, para lo que habría que "invertir" el sistema de saneamiento del municipio.
