El Concello de Poio cuenta ya con uno de los pilares sobre los que se definirá el futuro de Tambo: el Plan de Usos de la isla. El alcalde, Ángel Moldes, presentó con el equipo de redactores del proyecto, Sergio Portela y Juan Portela, este boceto e indicó que el Concello trabajará a la par en la declaración de Tambo como espacio Enil (Espazo Natural de Interese Local) y en la materialización de este Plan de Usos, que se someterá a los pertinentes informes administrativos hasta convertirse en el eje del futuro de la isla.
Un futuro que se prevé sostenible pero en el que Poio aspira a integrarla en plenitud en su tejido social, económico y cultural. ¿Y cómo lo hará? Pues la base para ello es el trabajo realizado durante dos años por los redactores, quienes han visitado en diversas ocasiones el espacio, cotejado los casos de otras islas en situación similar "para evitar erros" y analizado el patrimonio material e inmaterial de la misma. Todo para que la isla se pueda recuperar ambientalmente, para que sus construcciones con tradición e historia puedan rehabilitarse (descartando, eso sí, algunas que carecen de ambas condiciones y que serán derruidas), y, que, a posteriori, en el espacio se puedan "introducir novos usos", como explicó el arquitecto Sergio Portela, de cara a lograr una dinamización e integración total de un elemento que estaba vetado al público y que, por tanto, cuenta con mucha tradición inmaterial e historia, pero muy poco vínculo con la ciudadanía de a pie actual.
"Temos que conservar os valores que ten, recuperar os valores desvirtuados e introducir outros novos que faciliten a visibilidade da illa", explicó Sergio Portela, quien avanzó que esos usos que se den permitirán alguna opción de hostelería con pernocta, el uso turístico para conocer la historia, el patrimonio etnográfico y el natural del enclave, y la celebración de congresos, encuentros e incluso eventos culturales y musicales.

Para ello, el plan contempla recuperar el lazareto y otra edificación militar existentes en la entrada de la isla, y la creación de miradores y un anfiteatro al aire libre desde el que es posible ver el atardecer o acudir a algún tipo de espectáculo. En actualidad, en la isla se pueden realizar visitas guiadas de no más de cincuenta integrantes y que no superan las tres horas de duración. En el futuro, si el plan de usos sale adelante, es posible que grupos de niños puedan acudir y realizar actividades de aventura y pernocta, algo que Portela definió como "unha experiencia fundamental para que fagan súa a illa e pasen a ter unha vinculación máis profunda coa mesma". El plan contempla la realización de sistemas de comunicación en la isla (dos kilómetros de senda y un vial de emergencia al interior) y una lista de usos prohibidos, como el minero, la instalación de antenas o de generadores eólicos.
El alcalde, Ángel Moldes, defendió que "o Plan de Usos de Tambo é un instrumento que debe conxugar distintas cousas, É fundamental o feito de conservar a illa e ao mesmo tempo buscar un aproveitamento do que é a propia illa", algo para lo que buscará fondos a medida que el documento pase todos los trámites administrativos necesarios y en lo que estará implicada la Xunta. No en vano, el regidor destacó la reciente visita del presidente, Alfonso Rueda, y del conselleiro de Cultura a la isla, en donde conocieron los principales detalles del plan. Moldes agradeció "o traballo de Sergio e de Juan", del que dijo "o ten moita investigación, moitos días de ir a illa e nos que non se cobra realmente todo o traballo que se está facendo". La Comisión de Seguemento de Tambo ya conoce el plan y el documento se evaluará en Comisión de Urbanismo.
La propuesta, así como la declaración de Enil, deberán hacerse compatibles con las prescripciones de Patrimonio, Lei do Solo, Normativa da Paisaxe, Costas del Estado, Costas de la Xunta, así como Salvamento Marítimo, y leyes de Pesca, entre otras normativas.