Ponte Sampaio también tiene su banco

El pequeño asiento, de color rosa y autor desconocido, que corona el Monte da Caritaina es ya un lugar de peregrinación gracias a sus impresionantes vistas de la ensenada de San Simón
Las vistas desde la coqueta estructura metálica son, sencillamente, espectaculares. GUÍATE GALICIA
photo_camera Las vistas desde la coqueta estructura metálica son, sencillamente, espectaculares. GUÍATE GALICIA

El Monte da Caritaina se encuentra en la parroquia de Ponte Sampaio, muy cerca de la aldea de O Rañadoiro. Sus cerca de 200 metros de altitud sobre el nivel del mar reportan al viajero unas vistas majestuosas de la Ensenada de San Simón, con la villa de Arcade, la desembocadura del Verdugo en la ría de Vigo, los pasos ferroviarios, el histórico puente medieval de Ponte Sampaio y, al fondo, el viaducto atirantado de Rande.

Pero no son las únicas vistas que arroja su privilegiada ubicación. La web especializada en rutas Guíate Galicia destaca muchos otros encantos, "como la silueta de las Islas de San Simón y San Antón (antiguo escenario de trabadores medievales, lazaretos en los tiempos de las expediciones de ultramar o cárceles de represión durante buena parte del s.XX), las Salinas de Ulló, la grandeza de la figura del Monte da Peneda, o los polígonos bateiros".

Otro portal temático, Descubre as Rías Baixas, añade que en marea baja, se contemplan con nitidez las llanuras intermareales fangosas que conforman buena parte de la ensenada y ríos como el propio Verdugo, "el Ulló, que desemboca junto a la antigua fábrica de cerámica de Pontesa, y los regatos Tuimil y Villil, que lo hacen en las salinas do Ulló".

Un conglomerado de atractivos paisajísticos que bien merecen una pausada y serena contemplación. Quizás esa haya sido la excusa para que un benefactor o benefactora anónim@ se hubiese animado, en el mes de septiembre, a instalar en la cumbre un pequeño banco de dos plazas, construido en chapa metálica y pintado en un llamativo color rosa. En su respaldo, siguiendo lo que ya parece ser una tradición, se lee Banco da Caritaina.

Su descubrimiento se extendió como la pólvora por las redes sociales y desde entonces recibe cada día a decenas de excursionistas, atraídos por su fama y su regalo para los sentidos. No es tan mediático como su vecino banco de Cedeira (Redondela) o el mítico asiento de Loiba, en Ortigueira, –bautizado como el mejor banco del mundo–, pero sus encantos no les andan a la zaga.

Una ventaja: aunque el acceso aún no se ha señalizado, llegar hasta él no es nada complicado. Incluso hay una ruta específica en la aplicación Wikiloc.

Desde Ponte Sampaio se puede alcanzar en unos 20 minutos, a través de un sendero que arranca desde la zona trasera de la iglesia, aunque también se puede ir en coche, por la carretera que sube a O Rañadoiro. Una vez en este pequeño núcleo de población, hay que seguir a pie por unas pistas forestales de escasa pendiente durante unos 400 metros.

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