Según los últimos datos del Instituto Galego de Estadística (año 2019), en Pontevedra hay un total de 173 núcleos de población o entidades singulares (tal y como los cataloga el IGE) deshabitados, o comúnmente conocidos también como aldeas fantasma o abandonadas, nueve más con respecto al año anterior.
Y es que la tendencia en los últimos años, y cada vez más, es que los movimiento de población se dirijan hacia las ciudades o pueblos de costa, que en época vacacional llegan, en algunos casos, a triplicar su población.
Si bien es cierto que los datos que maneja el Instituto en este caso son más orientativos que exactos, dado que el listado de las entidades de población singulares suele experimentar variaciones. Además, algunos de los lugares que el IGE cita como deshabitados se corresponden a aldeas en las que hace muchos años que no reside nadie o que nunca hubo propiamente una casa particular como tal, por ejemplo, como es el caso de Preguecido, en el Concello de A Estrada, donde actualmente solo hay un pazo que lleva el mismo nombre.
Pontevedra, junto a A Coruña, concentra la mayor parte de los concellos de Galicia en expansión, con 23
A nivel comunitario, sin embargo, las aldeas fantasmas de Pontevedra solo representan el 9,5 % de las 1.813 entidades singulares deshabitadas que se registran en Galicia. En el top del ránking de las cuatro provincias se sitúa Lugo, que contabiliza 819.
Este modelo disperso de población de Galicia se trata de un fenómeno característico gallego. Lo corrobora el hecho de que las cuatro provincias concentran a cerca de la mitad de las unidades singulares de España, ya que las 1.813 aldeas fantasma suponen el 51,2% de las 3.538 que el Instituto Nacional de Estadística (INE) registra en el conjunto del estado español.
Todo apunta a que la tendencia continuará en la misma dirección y que cada vez serán más las aldeas abandonadas que dibujen el mapa de Galicia. De hecho, hay ya núcleos de población en los que residen únicamente una persona, una pareja o una familia. En el primer caso, en la provincia de Pontevedra se contabilizan 66 en 2019, lo que supone el 6,3% de las 1.047 viviendas con un solo morador en toda Galicia.
Cabe tener en cuenta que la crisis del coronavirus ha revalorizado el rural gallego y ha despertado el interés de miles de personas por vivir al pie de la naturaleza. Y esto quizá suponga un giro inesperado a esta tendencia a la despoblación de determinadas zonas del interior y un filo de esperanza para aquellos que defienden la vida en el rural y que luchan por su supervivencia en el tiempo.
Frente a esta sangría demográfica predominante en los municipios del interior, Pontevedra, junto a A Coruña, concentra la mayor parte de los concellos en expansión, 23, que cerraron 2019 con saldo positivo: Campo Lameiro, Cangas, A Cañiza, Gondomar, Lalín, A Lama, Meis, Mondariz-Balneario, Oia, Pazos de Borbén, Poio, Ponteareas, Ponte Caldelas, Pontecesures, Pontevedra, O Porriño, Redondela, Salceda de Caselas, Salvaterra de Miño, Sanxenxo, Soutomaior, Tomiño y Vigo.