La proximidad del verano dispara la actividad de los furanchos en Poio

La mayoría de los 'loureiros', que solo pueden permanecer abiertos durante tres meses, optan por estar operativos entre abril y junio

El reglamento vigente fue actualizado por última vez a finales del año 2015. OLGA FERNÁNDEZ
photo_camera El reglamento vigente fue actualizado por última vez a finales del año 2015. OLGA FERNÁNDEZ

Hubo un tiempo en el que la actividad de los furanchos suscitaba cierto malestar entre el sector hostelero. Sin embargo, esas suspicacias quedaron atrás hace unos años, cuando el Concello de Poio pulió al máximo la normativa vigente que regula la gestión de los "loureiros". Desde entonces, además del escaso número de infracciones detectadas por la Policía Local (en 2017 solo se descubrieron dos locales sin la pertinente licencia y se efectuaron apercibimientos por irregularidades de carácter leve), destaca el crecimiento de este tipo de establecimientos, en los que se ofrece el excedente de vino correspondiente a la última cosecha. El límite está en 0,65 litros por metro cuadrado.

Según datos facilitados por la Administración municipal, este año han solicitado renovar sus permisos o estrenarse en esta actividad más de una quincena de locales, superando así a los 14 del año pasado. Solo en abril, la Xunta de Goberno tramitó varias autorizaciones en diferentes lugares del rural de la villa. La elección de esta época del año para presentar las solicitudes no es casual. Y es que, si bien el reglamento establece que los furanchos pueden permanecer operativos durante tres meses a lo largo del primer semestre del año, buena parte de los interesados optan por abrir sus puertas entre abril y junio, confiando en que la llegada de la primavera y la proximidad del verano anime a los clientes, especialmente después de un invierno tan crudo en lo que a condiciones meteorológicas se refiere como el último.

Aunque la actualización más reciente de la normativa se realizó a finales de 2015, la norma entró en vigor hace un lustro. El Concello decidió entonces endurecer las reglas del juego, después de que profesionales del sector hostelero clamasen al cielo por las irregularidades detectadas en algunos de estos "loureiros". La aprobación de la ordenanza ayudó a aplacar los ánimos de manera notable. Además, no hay que olvidar que en la última modificación del reglamento se acordó eximir a los "furancheiros" del pago correspondiente al Impuesto de Actividades Económicas (IAE). El Concello entiende que no es justo que una actividad que solo permanece activa durante la cuarta parte del año tenga que asumir un impuesto de carácter anual. Esta decisión fue aprobada con el apoyo de toda la Corporación.

Desde principios de año, la Policía Local pasa revista a los "loureiros", si bien el mayor número de inspecciones se llevarán a cabo de aquí a que finalice el mes de junio.

Comentarios