Después de mucho esperar, Poio pudo al fin este domingo poner el broche de oro a un Entroido que será recordado por haberse prolongado hasta prácticamente las puertas de la primavera.
La Praza de Arís acogió la quema del Galo Fodorico Augusto Bastante. Queda ya muy lejano el desfile que la emblemática figura encabezó a mediados del pasado mes de febrero, en un evento que sirvió para abrir el calendario de actividades carnavalescas en la villa.
La lluvia, empeñada en aplazar esta y otras citas de la programación durante las últimas semanas, volvió a hacer acto de presencia. Sin embargo, en esta ocasión la Asociación Ronsel, impulsora del festejo, ya había dejado claro que la despedida del gallo se haría sí o sí. La tarde desapacible no impidió que numerosos vecinos se acercasen a las inmediaciones de la Casa Consistorial para tomar parte en la comitiva.
Una vez incinerado Fodorico, dio comienzo la sexta edición de la Festa do Choqueiro, en la que se repartieron muchos premios.