La crisis económica frenó hace años un proyecto que aspiraba a convertir el entorno de Riomouro en una gran referencia a nivel turístico y hostelero de este enclave de la parroquia de San Xoán, situado en la ladera que asciende hacia el Monte Castrove. Fue hace prácticamente una década cuando se dio a conocer una actuación que buscaba la reforma de varias viviendas ubicadas en esta zona. El Boletín Oficial da Provincia de Pontevedra (Boppo) publicó este martes la solicitud realizada por el promotor de los trabajos ante la Consellería de Medio Ambiente e Ordenación do Territorio, para llevar a cabo en el emplazamiento una serie de mejoras que, según detallaron fuentes del Concello de Poio, servirían para realizar "a demilitación do núcleo, que é unha esixencia realizada pola propia Xunta de Galicia". El bipartito confirma que, de momento, el proyecto carece de las licencias de obra y de actividad, por lo que la apertura de las instalaciones todavía carece de fecha.
Tal y como se especifica en la documentación publicada por la institución pontevedresa, los permisos tramitados ante el departamento de Augas de Galicia se basan en la implantación de un complejo turístico y de actividades de tiempo libre, consistente "na construción dunha granxa escola, cunha edificación residencial de dúas plantas", cuya extensión rondaría los 500 metros cuadrados. A mayores, el proyecto también contempla la rehabilitación de tres inmuebles para convertirlos en apartamentos turísticos. La proximidad del río Mouro hace indispensable que se obtenga el visto bueno por parte de la Administración autonómica.
ALEGACIONES. El anuncio confirma, además, la apertura de un plazo de 20 días hábiles para la presentación de alegaciones por parte de aquellos ciudadanos que se puedan sentir perjudicados por la actuación. En este sentido, no hay que olvidar que a principios de 2016 se cerró el periodo de recursos en el propio Ayuntamiento poiense sin que se presentase ninguna reclamación.
Situado a pocos metros de la carretera que enfila hacia A Escusa, el lugar de Riomouro Pequeno lleva muchos años prácticamente deshabitado. Algunas viviendas de las inmediaciones de este núcleo aún están operativas, pero se trata de casas a las que no afecta este proyecto.
El Concello confía en que la puesta a punto del complejo turístico se haga realidad, ya que podría suponer una inyección económica para la villa.
En concreto, según el Gobierno local, el problema vino por la utilización de un tipo de piedra "que producía un importante impacto visual na contorna". Ahora, el proyecto vuelve a coger impulso.
