Apenas una semana después de que el Concello de Ponte Caldelas desvelase que el plan para construir una plaza de 4.000 metros cuadrados en el centro de la villa iba a ir acompañado de una reestructuración de tráfico y la creación de 260 plazas de aparcamiento, la reforma urbana ha provocado las primeras tensiones en la villa.
El alcalde, Andrés Díaz, se vio obligado a suspender una reunión el pasado lunes en la que iba a explicar el plan de tráfico a los comerciantes. La cita iba a ser a las 20.00 horas en el Concello y Díaz la anuló una hora antes, puesto que, según manifestó en su perfil oficial en las redes sociales, contaba solo con la directiva, pero se iban a presentar todos los socios.
Díaz alegó que no disponía de material gráfico para una proyección e instó a los comerciantes a una reunión en otra fecha.
En la jornada de este martes, y ante las fuertes críticas particulares de algunos comerciantes que consideraron el aplazamiento sin fecha una espantada, el alcalde optó por reunirlos de ocho en ocho para exponer su plan en las distancias cortas. La idea volvió a indignar a los opositores al proyecto, que criticaron, incluso, la forma de convocar, puerta a puerta, del Gobierno local, y más aún la inexistencia de una fecha para que, todos juntos, escuchen las explicaciones del líder del tripartito.
También ante esas críticas, que sitúan en la misma línea al PP y a algunos comerciantes, el alcalde explicó que su puerta a puerta se realizaría para contrarrestar la desinformación que los ediles del partido de la gaviota estarían difundiendo, mediante visitas personales a los comercios en las que "o que non saben, invéntano".
Ante un clima de tensión poco habitual, incluso Coempo, la Asociación de Comerciantes de Ponte Caldelas, tuvo que salir a la palestra para aclarar, en primer lugar, que la cancelación de la reunión se realizó con poco tiempo de antelación (motivo por el que algunos comerciantes descubrieron en la propia Casa Consistorial que la cita había sido anulada) y que las nuevas reuniones serían de ocho en ocho, pero que el regidor se compromete a mantener un encuentro con todos, que parece supeditado a la llegada de material gráfico o en 3-D que permita entender mejor las dos reformas: la de la Praza de España y la del tráfico y los aparcamientos.
Coempo recuerda a sus integrantes que el colectivo es apolítico y llama a salir de la guerra de siglas para poder centrarse en conocer los detalles de un plan que -beneficie o perjudique-, sin duda, afectará a los comerciantes.
Fuentes del Gobierno local aseguraron que el malestar que se está generando tiene una parte ficticia "basada en el desconocimiento", y otra política, generada por el PP, motivo por el que el equipo de Díaz pisó el acelerador con su plan de pequeñas reuniones y celebró dos en la jornada del martes. Con respecto a los planes, el de la Praza de España contará con más de 800.000 euros de inversión de fondos provinciales (Plan de Compensación) y propios del Concello. El proyecto ha sido aprobado y está pendiente de su licitación. La reforma del tráfico apenas implicará obras, pero sí cambios en el sentido de algunas calles del centro y la creación de unas 260 plazas, de las que una importante cantidad se ubicará en el centro urbano.
Los puntos más polémicos de la reforma urbana de Ponte Caldelas
4.000 metros más, un jardín menos
La reforma de la Plaza de España genera dudas, pues para enlosar y unificar el espacio se eliminarán los Xardíns de Carballal y se trasladará la fuente del Chafarís. La calle se semipeatonalizará hasta el cruce.
Aceras y aparcamientos para todos
Las calles a reformar tendrán aceras más anchas. Habrá más plazas de parking en Rosalía de Castro (10), González Besada (20), Chan da Barcia (30) y Avenida de Vigo (200). O Chafarís pasará a prolongación de Concepción Arenal. [FOTOS: DAVID FREIRE]
