Cuando faltan pocos días para que se anuncie la programación de Ponte Caldelas del mes de agosto, fecha en la que se celebran las Festas das Dores, los jóvenes del Concello han asumido que la parte más gamberra de esta celebración se suspende hasta que se supere la crisis sanitaria, por la dificultad enorme que entrañaría su celebración y, como dice Alfonso Malecas, responsable del colectivo organizador, Festeiros 2.0, "por responsabilidade social". Las Festas das Dores son uno de los eventos más esperados del año en Ponte Caldelas y, desde hace once años, el lunes de las fiestas se dedica a las tradiciones de nuevo cuño: una gran cena con todos los miembros de Festeiros 2.0, en la que participan unas 150 personas, y una posterior noche de juerga que culmina en torno a las 4 de la madrugada con la procesión denominada San Roque Pequeno, que no es otra cosa que un desfile con un miembro de la asociación (normalmente hacía esta misión el mismo vecino, Daniel Regadas) subido a un palio ejerciendo de santo pagano. "Foi unha idea improvisada que tiveron o primero ano, e converteuse nunha unha forma que tiñamos de reivindicar o San Roque, cuxa procesión se perdeu cando eramos cativos", explica Malecas. La cena, la procesión y la elaboración de camisetas para la ocasión cumplieron el año pasado su décimo aniversario en un momento dulce de éxito en lo que a aceptación se refiere, pero en 2020 no podrán repetirse. "O que queremos é quedar na casa e que a xente o celebre en familia ou en grupos pequenos. Non convocaremos nada para evitar malentendidos e que se interprete que chamamos ás reunións e á festa". Además, Festeiros ha destinado todos sus fondos de este año , unos 1.000 euros, a Cáritas Ponte Caldelas. Con este donativo quieren contribuir a ayudar a una de las entidades que están prestando apoyo a los colectivos golpeados por la crisis.
La asociación no teme la desaparición de estas tradiciones gamberras, sino, al contrario, se propone retomarlas con más cariño y emoción que antes.
