Frente a la baja actividad de lucha contra los incendios que ha sido necesaria en lo que va de temporada de incendios (debido sobre todo a la climatología adversa), los trabajos de prevención están siendo este año más visibles que nunca en la comarca. Un ejemplo de ello es Ponte Caldelas, un municipio en donde, además de iniciar un proceso de limpieza de terrenos por la vía subsidiaria que superará las 300 parcelas, Seaga, la empresa pública de la Xunta completa esta semana nuevas revisiones a otros seis núcleos (el perímetro de Ponte Caldelas y otras cinco parroquias) para comprobar que todas las fincas situadas en las franjas de protección contra el fuego están limpias y libres de arbolado (eucalipto, pino y acacia) como así lo exige la normativa.
Al igual que sucedió con el trabajo ya iniciado por esta misma entidad en las parroquias de Barbudo y Anceu y el lugar de A Esfarrapada, en los casos en los que las fincas no cumplan esta condición, los titulares recibirán una notificación instándoles a limpiar la parcela bajo el riesgo de que sea esta empresa la que inicie, en caso contrario, el trabajo será realizado por Seaga y se cobrará subsidiariamente el coste a los titulares.
En caso de que se trate de parcelas en las que el titular es desconocido, el trámite se desarrollará notificando la situación en el BOE y el Diario Oficial de Galicia, de modo previo a la ejecución de las limpiezas. Estas actuaciones conllevan una sanción que, en caso de superar el valor catastral del inmueble, permitirían a la Xunta hacerse con los terrenos e incorporarlos a su Banco de Terras.
Los núcleos en los que actuarán los técnicos de la empresa pública son los de Xustáns, Tourón, Ponte Caldelas, Caritel, A Insua, Forzáns y Taboadelo. El trabajo es fruto de un convenio entre el Concello, la Fegamp y la Xunta para implementar la limpieza de las franjas de protección en los concellos gallegos y el alcalde advirtió a los vecinos de la situación con un bando informativo. En Barbudo y Anceu, se realizó esta misma inspección en mayo al ser parroquias de alto riesgo de incendios.
