El primer cierre del marisqueo de a pie en la Zona V de la ría de Pontevedra por la presencia de toxina en el agua cesó en la jornada de este viernes con la vuelta de las mariscadoras a los arenales. El Intecmar dio a conocer a primera hora de la jornada los resultados de las analíticas realizadas el jueves en los que los niveles de toxina lipofílica volvieron a registros propios de esta época y, de inmediato, se firmó la orden de apertura al marisqueo de a pie. El aviso permitió que unos 420 mariscadores saliesen a faenar este viernes entre las 12.30 y las 13.30 horas en los lombos marisqueiros de Combarro y de Praceres. La jornada de trabajo, que según el patrón mayor de San Telmo, César Rodríguez, transcurrió con normalidad, permitió que cada trabajador extrajese unos diez kilos de almeja japónica. El responsable de San Telmo explicó que solo de su pósito se calcula que llegaron unos 2.500 kilos de molusco a la lonja por lo que se calcula que la cifra total pudo ser de 4.200, si todos completaron sus cupos. En cuanto a los precios, la misma fuente indicó que "se mantuvieron con respecto a antes del cierre, por lo que podemos estar satisfechos". La almeja extra salió a 10 euros el kilo, mientras que la de talla A sobrepasó los siete euros y la B, por encima de los seis. "No son precios excesivamente bajos, teniendo en cuenta que estamos en febrero y es un mes en el que no se demanda mucho marisco", aclaró el patrón mayor.
Al final, "gracias a la agilidad de Mar con los muestreos", los mariscadores perdieron solo dos jornadas de trabajo. El plan de trabajo de los tres pósitos del fondo de la ría dictamina que hasta el día 21 no volverán al mar. Lo más probable es que la semana próxima se realice un nuevo control para comprobar que la toxina sigue en fase de retroceso.