Simón Barcia: "Nuestra idea siempre ha sido situar a los albariños de Soutomaior entre los mejores"

El domingo su albariño Noelia Bebelia obtuvo el primer premio en la XXXIII Cata Concurso Rías Baixas Albariño de la Añada 2020, un galardón que no esperaban "tan pronto" pero que siempre han tenido fijado como un objetivo desde sus inicios
simón barcia viñedo
photo_camera Simón Barcia en su viñedo de Soutomaior. CEDIDA

Son buenos tiempos para la viticultura de Soutomaior. El albariño Noelia Bebelia, procedente de la Adega de San Salvador de Soutomaior, recibió el pasado domingo la Medalla de Ouro en la XXXIII Cata Concurso Rías Baixas Albariño de la Añada 2020. Por primera vez en la historia, este premio recae en la subzona de este municipio del área metropolitana pontevedresa. Para Simón Barcia, copropietario de la bodega junto con su esposa Noelia Calvar, el galardón supone "el reconocimiento a un proyecto que nació en 2010 con la idea de situar a los albariños de Soutomaior entre los mejores del mundo".

Sus expectativas han sido superadas con creces. "Cuando empezamos el proyecto esperábamos que en quince o veinte años estaríamos ahí arriba pero ya en los últimos años hemos sido reconocidos en numerosos certámenes, por lo que estamos tremendamente contentos", cuenta Simón Barcia. Su plantación está diseñada desde el inicio a través de una metodología profundamente científica y apoyándose en varios estudios técnicos.

El reconocido Noelia Bebelia, tal y como explica Simón, es un albariño de color amarillo brillante con reflejos verdosos. Al olfato no es un albariño al uso con acidez pronunciada y herbáceo, sorprendiendo con su tropicalidad, que continua en boca, con detalles de hueso de melocotón. Tiene un maridaje "perfecto" con aperitivos, arroces, tapas, carnes blancas y pescados. Procede de una única finca de tres hectáreas en la montañosa ladera del río Verdugo, perteneciente a la subzona de Soutomaior.

El premio que obtuvieron hace dos días no es el primero que recibe este vino, ya que desde 2014 ha recibido varias distinciones, como la medalla de oro tanto para la Guía de vinos y destilados de Galicia como para la Unión Española de Catadores, o su inclusión en la lista de mejores vinos blancos españoles en el Concurso CIVAS.

Actualmente, tal y como explica Simón, el volumen de producción se situaría en torno a 18.000 botellas. Además del Noelia Bebelia Albariño, cuentan con una línea de Soberbioso, al que se somete a una fermentación en barricas de roble usado de 500 litros con el objetivo de otorgar al vino una capacidad extra de envejecimiento; y de Preguiceiro, que es vendimiado en el mes de noviembre con la finalidad de mejorar madurez fenólica y lignificar partes verdes del racimo.

El mercado internacional progresa favorablemente año a año y nos ha ayudado a crecer muchísimo"

Esta medalla de oro que han ganado no les hace olvidar los complicados momentos que trajo la pandemia en el sector vitivinícola. Sin embargo, este año ha sido mucho más "esperanzador". "El año pasado notamos más la caída de ventas sobre todo en el ámbito nacional, pero lo cierto es que este año las ventas van muy bien y yo creo que no es algo único de nuestra bodega", señala el copropietario de la bodega.

Frente a las preocupantes previsiones que se realizaron el año pasado respecto a la cosecha, situándose entre 13.000 y 14.000 kilos, este año son mucho más optimistas. "Se espera recoger una cantidad bastante alta, a pesar de que estamos viviendo un verano muy irregular en cuanto a precipitaciones que nos están mermando un poco, sobre todo en las últimas semanas", apunta Simón. Respecto a la calidad, cuentan con un "retraso considerable", puesto que la uva aún está empezando a enverar. "Va a ser una vendimia tardía, cruzaremos los dedos para que venga un final de agosto y un septiembre bueno, de sol, pero nos plantea serias dudas", explica.

Otro problema añadido que ya lastró el año pasado entre un 30- 70% de las parcelas en las que trabajan fue el "ataque" del mildiu, un hongo que se cebó con buena parte de los viñedos de la zona, aprovechándose de la niebla, las lloviznas y las altas temperaturas de mayo y junio. "Este año sucede casi lo mismo que en 2020 ya que ha sido una temporada con mucha lluvia y el mildiu afectó sobre todo en esta última quincena" se lamenta Simón.

El mercado internacional se erige sin embargo como uno de los aspectos más esperanzadores. Frente a 2020, en el que llegaron a comercializar el 60% de su producción en países como EEUU o Reino Unido, este año "la cosa está aún mejor". "El internacional es un mercado que progresa favorablemente año tras año y que nos ha ayudado este año a crecer muchísimo", explica Simón Barcia.

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