Sobral pide implicación a la Xunta para reactivar la urbanización de O Vao

El alcalde advierte de que "sen a colaboración doutras administracións o Concello de Poio ten as mans atadas", toda vez que no dispone de capacidad para asumir esta actuación

Vista aérea de parte del poblado de O Vao de Abaixo. JAVIER CERVERA-MERCADILLO (ARCHIVO)
photo_camera Vista aérea de parte del poblado de O Vao de Abaixo. JAVIER CERVERA-MERCADILLO (ARCHIVO)

A Luciano Sobral no le coge por sorpresa la opinión realizada por el inspector jefe del Grupo II de la Unidad de Delincuencia y Crimen Organizado (Udyco), José Abreu, sobre los efectos positivos que tendría la urbanización del poblado de O Vao a la hora de tratar de erradicar definitivamente el tráfico de droga en esta zona, un enclave más que familiar para los agentes de este departamento. El regidor del Bloque Nacionalista Galego se muestra de acuerdo con esta afirmación. "Nós pensamos igual. Parécenos moi positivo que as autoridades coincidan con nós neste aspecto", indica Sobral, que, no obstante, puntualiza que el Ayuntamiento poco puede hacer para que esta pretensión se haga realidad. "Mentres outras administracións non se involucren neste tema nós temos as mans atadas", asevera.

El líder del bipartito poiense apunta hacia la Xunta de Galicia a la hora de recordar las razones por las que el proyecto para integrar O Vao en la parroquia de San Salvador, tal y como estaba previsto hace más de una década, acabó en un cajón. Luciano Sobral tiene muy claro que el punto de partida pasaría por construir la variante a la PO-308 contemplada en el PXOM, que atravesaría buena parte del poblado, hasta enlazar con la carretera que une Pontevedra con Vilagarcía. "Se falamos da urbanización desa zona, o primeiro paso a dar debería ser a construción desa estrada". El regidor nacionalista recuerda que la puesta a punto del vial era una de las actuaciones que figuraba en el ambicioso Plan Move, impulsado a finales de la pasada década por la Administración autonómica, y que contemplaba una inversión de más de 4.200 millones de euros en la construcción y mejora de diferentes infraestructuras vinculadas a la movilidad. Además, Sobral ve necesario dar un giro de tuerca a la carretera que atraviesa el poblado de O Vao de Abaixo.

Foi unha mágoa que o proxecto deseñado no ano 2009 non se levase a cabo, contaba co visto bo de Xosé Cuíña

El máximo responsable del Concello de Poio entiende, al igual que los responsables de la Udyco, que el saneamiento integral de la zona de las chabolas supondría dar un giro de 180 grados a la problemática, aunque advierte de que, quizá, el problema no se solucionaría al 100%. "Vendedores de droga hainos en todas partes", puntualiza. En todo caso, Sobral lamenta que el proyecto de urbanización diseñado en el año 2009 se quedase en un mero documento. "Foi unha mágoa que non se fixese realidade, era unha actuación que incluso era vista con bos ollos polo exconselleiro Xosé Cuíña", rememora.

La urbanización contemplaba la construcción de cuatro bloques de unas diez viviendas aproximadamente, además de la dotación de zonas verdes. La propuesta no estuvo exenta de polémica, ya que, por ejemplo, se encontró con el rechazo de la Asociación de Veciños do Vao. "Dicían que ese proxecto convertiría á zona nun gueto, pero máis do que o é agora paréceme imposible", concluye el nacionalista.

Sabor amargo: El "duro golpe" de los realojos

Según datos aportados por las fuerzas del orden, se calcula que más de un centenar de adictos se acercan diariamente al poblado de O Vao para comprar droga. No es de extrañar, por tanto, que la urbanización y saneamiento de la zona sea una de las espinas que tenga clavadas el alcalde de Poio. El propio Luciano Sobral lo reconoció en una entrevista concedida a finales de 2016 a este periódico, en la que admitía que los desalojos de 2008 supusieron su peor trago como alcalde. "Foi un golpe bastante duro, que provocou que perdese moitas amizades", desveló.

Una oportunidad fallida
Visto con perspectiva, el regidor del Bloque Nacionalista Galego sigue considerando que el intento de trasladar a los habitantes de las chabolas a lugares como Caritel, en Ponte Caldelas, o Monte Porreiro "non foi un erro, senón unha oportunidade que non se chegou a aproveitar".

En este sentido, Sobral considera que hay que seguir buscando fórmulas para lograr que la situación se normalice.

Eso sí, sin que se lleve a cabo la reurbanización, será difícil. "Alí agora mesmo a xente vive como pode. Hai unha situación de abandono, trapicheo e marxinalidade que salta á vista", indica el líder del bipartito.

De momento, todo apunta a que las intervenciones de las fuerzas del orden continuarán siendo habituales, mientras no se ponga coto a toda esta problemática.

 

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