"Viñeron onte mesmo, mércores, tres representantes do Vao de Arriba ao meu despacho a primeira hora. Eu recibinos. Querían pedir perdón pola agresión aos dous policías locais, insisten en que foi un erro, que non tiñan esta intención, e estes representantes ata me dixeron que se comprometen a que non pasará iso nunca máis e que non haberá máis trapicheo nas chabolas do barrio, pero non. O único perdón que hai é que os habitantes do Vao esquezan esta situación de conflicto permanente e delincuencia co tema da droga".
Con estas palabras el alcalde de Poio, Luciano Sobral, desveló en el transcurso de una entrevista que publicará íntegra el Diario de Pontevedra este fin de semana, que el Concello ni perdona ni olvida la agresión colectiva a dos agentes de la Policía Local que fueron víctimas de una emboscada preparada, presuntamente, por los residentes en el poblado para atacar a la Guardia Civil después de una detención de un joven en el poblado.
"Cando levemos catro ou dez anos sen denuncias será o momento de falar de perdón. Os que sumamos 40 anos traballando no Concello sabemos que sempre din o mesmo, pero nunca se cumpre".
Los hechos sucedieron hace exactamente un mes, y, según indicó en su momento el Gobierno Local de Poio, supusieron un punto de inflexión en el modo de abordar el tratamiento que el Concello ofrece a la barriada en la que se combinan situaciones de marginalidad y pobreza con un foco de delictividad en el que el menudeo de drogas parece ser el eje de todos los problemas.
El alcalde dejó entrever en su día que incluso se valoraba la opción de pedir a la Subdelegación refuerzos para cualquier acción de la Policía Local en esta zona. Poco después de que la investigación concluyese con la detención por parte de la Guardia Civil de 17 individuos presuntamente relacionados con la emboscada en la barriada, se difundió un primer vídeo en el que el patriarca de O Vao, pedía perdón por los hechos y los atribuía a un error que no se volvería a repetir. Sobral, que no se pronunció en ese momento, no tuvo reparo en recibir a los mismos representantes en su despacho, pero su respuesta es tajante: "cando levemos catro ou dez anos sen denuncias será o momento de falar de perdón. Os que sumamos 40 anos traballando no Concello sabemos que sempre din o mesmo, pero nunca se cumpre".
El Concello anunció a principios de mayo que se personaría como acusación particular contra las personas investigadas por su participación en estos hechos -hay 17 detenidos por los hechos, diez de ellos en prisión- dado que sus agentes resultaron seriamente perjudicados. De hecho, los dos profesionales aún están de baja recuperándose de las consecuencias de la brutal agresión.
Cuando dice que no hay perdón, el alcalde deja claro que no se dará marcha atrás en el anuncio realizado de que se emprenderán acciones judiciales por primera vez por parte de la entidad municipal contra los vecinos de la barriada chabolista.
También parece haberse acabado la condescendencia con el desorden urbanístico, de modo que el Concello anunció hace una semana que busca las vías para demoler por cuenta propia uno de los inmuebles irregulares de O Vao de Arriba que está en una de las zonas en conflicto.
Sobral añade que el Gobierno local «nunca buscará a belixerancia neste barrio nin en ningún: se hai unha necesidade á que o Concello ten que responder dentro das súas competencias, como son os Servizos Sociais, non deixará de atenderse. Outra cousa son as ilegalidades: e esas non se van consentir máis», concluye el regidor.
