Soutomaior inicia con férrea disciplina su semana más dura

Parques precintados, aceras vacías y ni rastro de las terrazas o ambiente en los paseos en el primer día de cierre
Alameda de Talorío, en donde los parques permanecen cerrados desde la tarde-noche del jueves. DAVID FREIRE
photo_camera Alameda de Talorío, en donde los parques permanecen cerrados desde la tarde-noche del jueves. DAVID FREIRE

Como el día y la noche. Así es la diferencia entre las estampas que registró Soutomaior en los últimos siete días y la que ofreció en la jornada de este viernes, primera de la nueva semana en la que el Concello estará en nivel máximo de restricciones decretado por la Xunta, al ser el único concello gallego que tuvo una incidencia acumulada de más de 500 contagios por cada 100.000 habitantes. De calles llenas, tráfico y terrazas salpicadas de clientes, a parques precintados, aceras vacías y ambiente desértico en los paseos y la Alameda.

Ni siquiera el hecho de haber bajado esa cifra de positivos y contar, el viernes, con una situación por debajo del umbral fijado por la Xunta ha hecho que el subcomité clínico cambiase de opinión. De hecho, los vecinos y vecinas, que desde primera hora se adaptaron de nuevo a las restricciones de movilidad, reunión y al cierre de la hostelería, tampoco encontraron consuelo en el hecho de que, desde el domingo otros tres municipios gallegos (A Pobra de Brollón, A Mezquita y Borborás) y vayan a estar en esta misma situación.

El alcalde, Agustín Reguera, explicó que la decisión sanitaria se había mantenido "para dar tiempo a que se estabilicen estas cifras y esperamos bajar de nivel la próxima semana". 

Aunque el comité se vuelva a reunir el lunes, de producirse, la decisión de rebajar las restricciones no será efectiva hasta el viernes. Una vez asumido el golpe de perder de nuevo toda posibilidad de disfrutar de la hostelería, los desplazamientos fuera del concello o de mayores posibilidades de reunión, el Gobierno local fija su meta en responder con anticipación a la posible expansión del virus. Solo así, recalca el Concello, habrá garantías de recuperar el estatus del que ya gozan casi todos los concellos del área sanitaria. En esa línea, el Gobierno Local y el Sergas han fijado dos nuevos rastreos poblacionales para detectar posibles casos de asintomáticos. Uno de ellos empezará el lunes, en la explanada de O Peirao. Allí se instalarán dos puestos de enfermería, uno para vecinos que se acerquen a pie y otro para los que vayan en coche. El Sergas realizará análisis PCR a vecinos con edades comprendidas entre los 30 y los 64 años, aproximadamente unas 2.500 personas, que serán citadas telefónicamente. El miércoles, además, se iniciarán las pruebas a la comunidad escolar del IES de Soutomaior y continuarán el resto de la semana el en CEIP Padín Truiteiro.

"Es muy importante que todos los citados acudan a las pruebas, por su propia seguridad, por la de quienes le rodean y por la de todos los vecinos", indica el regidor, que anima a los vecinos a participar en este importante procedimiento.

Efectos del cierre: más de 1.000 vecinos de Ponte Sampaio, afectados
Las medidas de cierre volvieron a dejar perplejos a los vecinos de Ponte Sampaio, más de mil personas que, por proximidad, tienen en Arcade servicios como el cajero o la farmacia. Este viernes, en especial los que carecían de coche propio o enlace de autobús, se resistieron a dejar de cruzar el puente sobre el Verdugo para hacer recados de última hora. "Arcade é unha prolongación de Ponte Sampaio", indicó el alcalde. En la primera jornada no hubo controles de movilidad en esta zona.

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