Tambo recibió a 3.500 visitantes en sus primeros meses de apertura

El Concello decide alargar todo el mes de octubre las visitas ante el alto interés suscitado entre los y las excursionistas
Un dos elementos arquitectónicas da illa, no seu areal máis grande. B. CÍSCAR
photo_camera Illa de Tambo. ADP

La Illa de Tambo está cumpliendo con las expectativas del Concello de Poio en cuanto al interés que despierta en los visitantes y al sistema elegido para el acceso del público a la misma.

Así lo confirmó el edil de Urbanismo, Gregorio Agís, quién indicó que, desde que se abrió el periodo de petición de permisos de visitas hasta inicios de este mes de octubre, el islote ha recibido unas 3.500 visitas, entre los permisos individuales, tramitados ante la web municipal, y los permisos colectivos, para excursiones, asociaciones y otras entidades.

Desde los días 13 y 14 de agosto, primer fin de semana en el que las dos navieras (Mar de Ons y Cruceros Pelegrin) pudieron empezar a realizar los traslados de los grupos de visitantes, se han registrado unas 70 visitas de grupos atendiendo a los datos aportados por el concejal de urbanismo, que explica que en la mayoría de los casos se ha tratado de desembarcos en los que se cubría el cupo de 200 visitantes por día y organizados en grupos de 50 personas con un o una guía.

La mayor parte de estas visitas se desarrollaron en los últimos diez fines de semana, puesto que las visitas individuales se concentraron en esas fechas y solo las asociaciones y grupos tuvieron ocasión de concertar otras opciones. En todo caso, el test del primer verano a disposición del "gran público" ha sido superado "con nota", según Gregorio Agís, quién indicó que la cantidad de personas visitantes ha estado directamente relacionada con la limitación impuesta de 200 personas por día y de 50 personas por grupo. "Posto que detectamos moito interese e que se enchían os grupos mesmo agora que estamos xa fóra da temporada estival".

El edil indica que el primer test de la isla se ha superado con creces, de modo que, tanto el plan de usos, como los progresivos planes de visitas, una vez que se cierre esta temporada se realizarán teniendo en cuenta esta experiencia en la que, hasta el momento, ha sido necesario corregir pocas de las premisas iniciales.

"De feito quixemos esperar e comprobar todo para estar ben seguros de como ía ir o periodo de visitas e iso foinos moi ben, porque o funcionamento foi bó non só en canto a cantidade de persoas que quixeron coñecer a illa, senón tamén en canto ao funcionamento. Os grupos foron sempre con guía e deste xeito evitouse que as persoas tiveran que transitar por descoñecemento por zonas da illa que, ao non ser un territorio pisado en moito tempo, poden supoñer algún perigo".

Como refuerzo de esta tarea de los y las guías, se ha contado con un vigilante que ha tenido que mantener a raya a quienes querían acercarse al arenal desconociendo que está prohibido. "Co balizamento da illa a mediados de verán esa parte tamén comezou a funcionar ben. A xente sabía ata onde podía aproximarse e respectábao. Hai que ter en conta que, ademais da vixianza e das navieiras, nese entorno están faenando normalmente moitas das embarcacións que marisquean na nosa ría, de xeito que eles mesmos son unha salvagarda para que as embarcacións de ocio non traspasen ata zonas onde pode ser prexudicial a súa presenza", indicó en concejal.

En cuanto al sistema de explotación, hasta el momento han sido las dos navieras las que fijaron el precio de las visitas y, con él, un coste del que el Concello no percibe nada, aunque las empresas han asumido la contratación del personal necesario para hacer las visitas guiadas, así como para la coordinación de los viajes. "Nese sentido estamos contentos, porque vemos que tamén serviu como motor de dinamización e creación de postos de traballo", algo que el Gobierno local considera que es también necesario, a mayores de preservar el valor ambiental del entorno y sus elementos históricos.

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