"Discrimínannos por ser do rural ou por ser dun concello pequeno, e non podemos consentilo". Esta es la conclusión a la que han llegado un total de 35 familias de Vilaboa tras descubrir que las solicitudes de plaza en un instituto público para el próximo curso para sus hijos e hijas se quedarán sin respuesta hasta el mes de septiembre, al no haber plazas en los centros para los que han pedido preferentemente: el IES de Soutomaior y el IES Torrente Ballester de Pontevedra.
Madres y padres han empezado a movilizarse, pidiendo ayuda, primero al centro donde están actualmente matriculados los niños y niñas, el CPI O Toural, a la Inspección de Educación y al Concello, al entender que esta situación, en la que se deja a los alumnos sin plaza por no tener el colegio ningún instituto asignado como preferente, es constitutiva de una discriminación, al mermar la igualdad de oportunidades de los alumnos a la hora de acceder a centros de su interés por cuestiones de horarios, transporte público o incluso curriculares, ya que no todos los institutos ofrecen las mismas asignaturas optativas y las plazas son limitadas.
UN IES MUY PEQUEÑO. La mayoría de los afectados y afectadas (un total de 31) habían pedido plaza para el IES de Soutomaior, un centro que cuenta con dos años de vida pero que ya en su momento protagonizó protestas por lo reducido de su aforo. Con una línea 4 y las condiciones de diseño de las aulas de la pandemia, en el centro se prevé que no quepan más que los alumnos que pasan a Bachillerato desde su propio ciclo de ESO.
Otros cuatro afectados y afectadas habían previsto estudiar en el IES Torrente Ballester, pero en este caso el centro pontevedrés barema con más puntos a los y las estudiantes de la ciudad del Lérez, motivo por el que también estos niños permanecen en la reserva.
El BNG respalda a las familias, señalando que hay una discriminación, al puntuar menos en los baremos por ser de un concello rural
Se estima que casi la totalidad de los alumnos que acaban este año su ciclo de ESO en el CPI O Toural se quedaron de momento sin plaza. "Sabemos que nos teñen que dar unha solución, pero non compartimos que o fagan en setembro, cando estes nenos non teñen unha baremación favorable polo mero feito de ser dun concello rural", afirma Matilde Gómez, una de las madres afectadas.
Una vez que se quedaron sin plaza, el principal temor de estos padres es que se les asigne un instituto de los que están realizando turnos de tarde al desdoblar al alumnado. "Xa son horarios malos normalmente, pero para uns nenos que van desde unha distancia de varios quilómetros, vai ser o peor: non teremos transporte público e condéanos aos pais e levar e traer todo o día e a voltar á casa case ás 23.00 horas", indica.
Otro de los temores es que el centro asignado no cuente con transporte público convencional cercano que permita cuadrar con los horarios del centro.
Por último, sobre las cuestiones curriculares destacan que, independientemente de cuál sea su nota media de acceso, es decir, incluso casos de alumnos de sobresaliente, los estudiantes deberán esperar a septiembre para planificar su Bachillerato, teniendo en cuenta las materias optativas disponibles en el centro que se les asigne y la existencia de plazas para las mismas y debiendo adaptarse a lo que quede.
El BNG de Vilaboa ya ha mostrado su apoyo a estas familias y denuncia que existe un hecho discriminativo de dudosa legalidad: "Estes alumnos parten con menos puntuación só polo mero feito de teren a residencia habitual no concello de Vilaboa".
