Trabajadores de Froiz despiden al fundador del grupo con un minuto de silencio

Lucía Ara, una de las integrantes del plantel, leyó unas palabras en recuerdo de Magín Alfredo: "No dejaba pasar un día en que no nos diese los buenos días, uno a uno, con una sonrisa"
photo_camera Emotivo homenaje de los trabajadores. GONZALO GARCÍA

Emoción contenida y dolor en el minuto de silencio guardado en la mañana de este viernes ante las instalaciones centrales de Distribuciones Froiz en Lourido por los trabajadores de la empresa. Una de las integrantes del plantel, la arquitecta Lucía Ara, fue la encargada de leer unas palabras en recuerdo de Magín Alfredo.

Froiz fundador de la firma, fallecido el jueves y cuyo funeral se celebrará este viernes en San Salvador a las 18.00 horas.

"Hay gente que nace especial, que vive entre nosotros, y viene a este mundo con la tarea de ayudar a los demás a ser mejores personas", empezó la integrante del plantel, para describir a un jefe que sus colaboradores más cercanos definían como "pura energía y vitalidad, siempre activo, siempre preocupándose por nosotros, siempre ahí".

Ara destacó que Froiz no dejaba pasar un día "en que no nos diese los buenos días, uno a uno, con una sonrisa, con su saber estar, con su mala leche a veces, pero siempre con nosotros, apoyándonos…enseñándonos" y haciendo gala de un carácter "detallista, generoso, siempre dispuesto a echarte una mano".

La intervención concluyó con un largo aplauso entre lágrimas de algunos de los participantes. GONZALO GARCÍA
La intervención concluyó con un largo aplauso entre lágrimas de algunos de los participantes. GONZALO GARCÍA

El empeño del empresario por mejorar era uno de los principales valores que transmitía a los suyos, que recuerdan que "ponía pasión en todo lo que hacía, siempre estudiando, siempre leyendo, siempre intentando superarse, siempre intentado ser, un poquito mejor".

"Su empresa era su casa y, para él, sus vacaciones, su trabajo", definió Ara, para recordarle como "el primero en llegar y el último en irse, siempre dando ejemplo hasta el último día. Sentía autentica pasión por su trabajo, por su empresa, por sus trabajadores, sus clientes y así te lo trasmitía".

La plantilla, prosiguió, echará de menos "aquellos mensajes en la pizarra, escritos de su puño y letra; mensajes llenos de optimismo, que te alentaban a mejorar en tu trabajo, mensajes llenos de cariño y de respeto  hacia sus empleados pero también hacia sus clientes: eran mensajes de  generosidad", antes de concluír que pese a que "hoy todos nos sentimos un poco huérfanos", el legado del fundador "su luz, su pasión, su fuerza, y sobre todo su ejemplo, seguirá entre nosotros, seguirá siendo nuestro referente y nos ayudará a que está gran familia siga creciendo y mejorando cada día, como a él le hubiese gustado".

La intervención concluyó con un largo aplauso entre lágrimas de algunos de los participantes.

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