Marta Díaz, restauradora

"Valoro nuestro trabajo en el Parque de Campo Lameiro en un sentido óptimo"

La restauradora asegura que no se ha dañado en ningún momento la piedra y que el procedimiento fue el habitual. Explica que las quejas se pueden deber al contraste entre las rocas limpias y las que no han sido tratadas o a la hora a la que se observen los petroglifos
Marta Díaz trabajando en Santiago de Compostela. CEDIDA
photo_camera Marta Díaz trabajando en Santiago de Compostela. CEDIDA

Cuando los petroglifos del Parque de Arte Rupestre de Campo Lameiro fueron restaurados y limpiados hubo un grupo de personas, pertenecientes al colectivo A Forneiriña, que pusieron una denuncia en la Guardia Civil de Cuntis. El motivo de esto fue que consideraban que los petroglifos habían sido maltratados en esas labores de mantenimiento, y que habían sido erosionados de más debido a una mala praxis, sobre todo a la hora de aplicar los biocidas. Sin embargo, desde Patrimonio Cultural no coinciden con estas acusaciones y afirman que las labores de limpieza se han llevado a cabo según la metodología utilizada en toda Europa. Para verter un poco de claridad en este asunto, hemos hablado con Marta Díaz, una de las restauradoras de la empresa que trabajó en el Parque de Campo Lameiro.

¿Cuál es el procedimiento a seguir para hacer un trabajo de este tipo?

Primero hay que presentar un proyecto a Patrimonio Cultural, sale a concurso. Te tienes que ajustar a lo que ellos te dicen y a sus condiciones. Entonces, una vez que haces el proyecto te lo aprueban y te dan el permiso para que puedas iniciar el trabajo. Una vez hecho hay que hacer la memoria y entregarla para que esté a disposición de todo el mundo.

¿Qué procedimiento se sigue para realizar la restauración?

Se hizo una limpieza de los petroglifos. Primero se hacen fotos y se documenta todo bien, y después lo que se hace es una limpieza en seco de los líquenes y la patina, siempre con cuidado, con instrumentos de madera o cepillos de cerdas. Una vez que está limpio en seco se limpia en húmedo: se aplica un biocida y después se neutraliza con agua y se limpia con un cepillo. Las plantas nunca se arrancan, siempre se cortan con tijera. También hay que ser muy cuidadoso con los motivos decorativos para no alterarlos. Se documenta todo el trabajo con fotos de principio a fin y al final se hace el informe. El trabajo, además están supervisados por técnicos de Patrimonio y expertos.

¿Cuánto tiempo lleva hacerlo?

Nosotros sobre un mes. Pero depende del tamaño y de las condiciones meteorológicas.

¿Estaba muy dañado el Parque de Campo Lameiro?

Depende de las rocas, hay zonas que están más dañadas que otras... Hay que tener en cuenta que es un parque que está al aire libre, entonces sí hay piedras dañadas. Son delicadas, no se puede hacer al tuntún.

¿Cada cuánto tiempo habría que hacer labores de restauración y mantenimiento de los petroglifos?

Eso depende de la piedra. Hay que hacer vigilando y controlando. Depende del clima, de los animales sueltos, la humedad, los contrastes térmicos, las hojas de los árboles que caen... Es valorar eso.

Estamos trabajando en la limpieza y restauración de la Catedral de Santiago junto con otras empresas

¿Cuánto llevan dedicándose a esto?

Empezamos en el año 2000.

¿Han hecho algunos otros trabajos de este tipo por la zona?

Sí, ya hemos hecho otros trabajos en petroglifos. En nuestra empresa somos especialistas en arqueología y piedra, entonces hemos hecho yacimientos, monumentos, cruceros, otros petroglifos... De hecho, ahora mismo estamos trabajando en la limpieza y restauración de la Catedral de Santiago junto con otras empresas, ya llevamos varios años ahí.

Como ya se habrá enterado, el colectivo A Forneiriña considera que los petroglifos han sido maltratados en esta labor. ¿Cómo valora usted el resultado final?

La limpieza se ha hecho de acuerdo con Patrimonio. Además, la limpieza se hace para prevenir, para que el líquen no se siga extendiendo. Yo valoro nuestro trabajo en el Parque en un sentido óptimo. El producto que se utiliza no afecta a la piedra, solo a la materia biológica, a los líquenes. De hecho, se usa en una concentración del 0.5%, y la piedra aguanta hasta el 10%. Es que, además, los petroglifos no son algo que se ven a todas las horas. Depende de la hora del día y de la luz que les den. También contrasta mucho que una piedra esté limpia con una que esté sin limpiar, por eso puede parecer que esté estropeada. La piedra no se daña ni mucho menos. Algo siempre se desprende pero es algo inevitable al hacer un trabajo de este tipo.

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