"Sentín o berro de socorro tan baixo que pensei que eran imaxinacións miñas"

Abelardo Lage, un veterinario de Ourense, relata cómo salvó a un vecino de Samieira que había caído al mar en el puerto de Combarro ▶El sexagenario rescatado sigue recuperándose en la UCI

Abelardo Lage Fernández, en la zona en donde se lanzó al mar para rescatar al vecino de Samieira. DAVID FREIRE
photo_camera Abelardo Lage Fernández, en la zona en donde se lanzó al mar para rescatar al vecino de Samieira. DAVID FREIRE

Tirado en el sofá, viendo algún vídeo a través de su teléfono móvil y dejando pasar las últimas horas del domingo. Así estaba el veterinario natural de Ourense Abelardo Lage cuando, a las 21.30 horas, el murmullo del viento le trajo a la terraza de su sexto piso en la Avenida da Costa de Combarro el sonido apagado de una voz lejana que parecía gritar: "¡Socorro!".

Lo que podría parecer el inicio de una película es la historia de como un particular rescató el domingo en plena noche y con ayuda de dos jóvenes viandantes al vecino de Samieira que se había caído al mar en la punta del espigón y no conseguía ponerse a salvo con sus medios. Un acto heroico en el que la rapidez de reacción pudo ser determinante para salvar al sexagenario, que salió del agua con hipotermia, heridas en la cabeza y un fuerte dolor en el brazo y que –según ha podido saberse este lunes– sigue recuperándose en la UCI

"Non sabemos canto podía levar na auga aquel home. Debeu ser polo vento que había, que ninguén o escoitaba. Uns rapaces que estaban no peirao preparándose para ir pescar calamar non oíron nada, pero eu na casa sentín unha voz afastada que dicia: 'axuda', 'socorro", apunta para confesar que, "ao primeiro, soaba tan baixo que pensei que eran imaxinacións miñas". "Despois saín e gritei: '¿Quen hai aí?, ¿Que pasa?", relata Abelardo (en la foto).

Por suerte para la víctima, pudo oír su respuesta: se había caído al mar y no podía salir. De inmediato trató de llamar al 112 y salió hacia el espigón en busca de la persona.

"Só pensei en que tiña que sacar os zapatos e a cazadora, para non afundirme eu", dice

Por el camino —"que fixen en coche, non sei moi ben por que"— vio a los dos jóvenes aficionados a la pesca y les avisó de lo que estaba sucediendo. Su batería se había agotado en plena llamada al 112 así que les pidió que repitiesen el aviso para dar los datos.

"Ao chegar ao espigón non oía nin vía nada. Volvín gritar e despois dun rato berrou el e xa o vin: estaba flotando, non sei moi ben, como a uns dous metros das pedras da escolleira".

El hombre flotaba boca arriba y no parecía poder hacer esfuerzos por nadar. Al verle así, y ante el temor de que las fuerzas de seguridad no llegasen a tiempo, Abelardo se lanzó al agua. "Só pensei en que tiña que sacar os zapatos e a cazadora, para non afundirme eu". Como él mismo reconoce, "non é que sexa un gran nadador. Sei nadar, e punto". Así que optó por una maniobra sencilla. Agarró al sexagenario por la cazadora "pola zona do pescozo, e tirei del cara as rochas. Por sorte en dúas brazadas xa estaba agarrado a unha pedra".

La ayuda de los dos jóvenes, que lanzaron una cuerda que se encontraron en la zona, fue fundamental para completar este rescate, que culminó con la retirada, ya en camilla, y el traslado del herido "aínda que nos deu moito traballo subilo. Na zona da rampa esvarábase e non conseguiamos nada. Tivemos que botar man dunhas táboas que había para poñelo de xeito seguro", apuntó.

"Estaba con moito frío e con feridas na cabeza. Penso que un dos brazos, o dereito, tiña unha fractura ou algo"

En pocos minutos, llegaron al lugar la Policía Local, Protección Civil y la Guardia Civil. Mientras esperaban por la ambulancia del 061, Abelardo, aún siendo veterinario, se atrevió a hacer una valoración de las heridas de su rescatado. "Estaba con moito frío e con feridas na cabeza. Penso que un dos brazos, o dereito, tiña unha fractura ou algo", señaló, aunque reconoce que, por suerte, todo parece indicar que el rescate llegó a tiempo.

"Puxéronlle enriba unha cazadora, da Policía, ou non sei de quen e trataron de que entrara en calor, tamén coa axuda dos mozos que nos pasaron a corda", y eso es lo último que Abelardo pudo saber del hombre que se encontró en el mar. "Cando lle preguntaron dixo que non sabía nada, que el aparecera na auga", relató el veterinario, que reconoce que no pudo quedarse más para saber como terminaba la historia. "Sentía tanto frío que me fun para a casa. Querían que tamén me vira a ambulancia, pero eu sabía que cunha ducha quente xa se podía arranxar, así que me fun de alí".

El veterinario, que desde bien temprano partió hacia Lalín en donde inició su jornada laboral el lunes, reconoció que le sorprendió la llamada de diferentes medios para conocer la historia de su aventura. "Coma estas, mellor non ter máis", reconoció, una vez superada la impresión.

En cuanto a la víctima del accidente, se trata de un vecino de Samieira que responde a las iniciales de R.G.Q. y del que poco se sabe sobre las condiciones de su accidente. El parte del 112 indica que se resbaló en un paseo y fuentes locales indican que la zona del espigón es un espacio restringido en el que no se entra normalmente para pasear. Al cierre de esta edición se confirmó que el hombre seguía en la UCI del hospital, después haber estado con heridas abiertas bastante tiempo en el agua.

Tanto Protección Civil como la Policía de Poio destacaron este lunes la labor de cooperación realizada para completar este rescate, y la tarea ejemplar del vecino que no dudó en lanzarse al agua para salvar a un hombre.